Una Pequeña Introducción

Bueno, ¿qué puedo decir? la verdad es que hace falta además de expresarte para ti mismo de alguna manera publicarlo para que alguien me de su opinión, porque no podré siempre estar todo el tiempo reservándome mis escritos, creo que de alguna manera compartiendo parte de mí aquí me podré satisfacer de alguna manera. Por supuesto, cada vez que comience clases será menos las veces que pueda retocar este blog (o bitácora, como me gustaría que se llamara).
Necesito pensar por donde empezar... me gustan los sustos, los espantos, los gritos desgarradores sin luz y desesperanza, las criaturas oscuras, misteriosas, las intrigas, los engaños... mucho en el contexto de lo que pueda ser o no ser extraño y confiable; pero a su vez hay una parte de mi que le gusta lo hermoso, lo infantil, cosas que dejen una enseñanza positiva a los niños y de vez en cuando asustarlos (xD), las criaturas hermosas también van conmigo, la claridad, la aventura, las aventuras que de verdad se puedan leer y pasar por reales, cosas que mientras se narran el lector mientras lo lea pueda percibir la realidad con la que se pudo hacer el relato. Esta bitácora estará dedicada a una parte (no todo) de mis relatos, y los ensayos y otras manifestaciones artísticas que pueda aportar, lo aportaré dependiendo de mi criterio de si de verdad considero que deba publicarlo o no.
Bueno, espero que las entradas que he publicado hasta ahora les guste... (xD), ¡gracias por su atención! [(Y)(Y)].

lunes, 29 de diciembre de 2008

La soledad camina entre los escombros

¿Y por donde debería empezar?
Pues ¡Estoy solo!; solo, mas solo que un hombre en una isla desierta, mas solo incluso que un autista sin su mundo.

Solo, solo en una casa en ruinas y llena de polvo y escombros, donde viví, vivo, viviré y no podre salir nunca. Me levanto por las mañanas a cazar ratas, ir al baño e intentar comer; luego camino y pienso mucho, mucho en mi pasado, mi presente y en el mundo exterior, un mundo alegre, lleno de vida, de niños jugando, palomas alimentándose del pan de los viejos en la plaza, adolescentes haciendo los llamados ‘grafitis’ que para muchos nos parece una enorme saturación de colores y letras inentendibles, muchachas bonitas que se lo piensan dos veces antes de responder a su futuro prometido, policías vigilando las calles muy de vez en cuando, y así muchísimas cosas envidiables… y en que la gente ni se atreve a acercarse a esta casa en ruinas. Intento ver televisión aunque no pueda, leo algunos libros que en el pasado deje abiertos y la brisa me ayuda a pasar las páginas; para luego volver a pensar.

Hablar solo de vez en cuando es reconfortante, pero a la vez lastimero porque la gente escucha mi voz y menos se quieren acercar a esta casa para conocerme de verdad.

En un pasado fui un gran hombre, un hombre de trabajo, un hombre al que lo menos que le hacia falta es compañía y cosas que hacer. Trabaje en un instituto de idiomas como archivista, me ocupaba de archivar todos los documentos de la institución y de los alumnos que ahí estudiaban; si solo me pelaba en un solo tramite o ubicación de algo gran parte de lo administrado salía mal, cosa que nunca sucedió, yo siempre fui un hombre ejemplar, siempre mis superiores me trataron como se era debido, creo que solo fue una vez que tuve una queja pero eso fue al principio de mi trabajo en la institución.

Mi madre y mi familia siempre estuvieron a mi lado, apoyándome… por su puesto no todo era bueno en mi familia, un grupito de primas y tíos me tenían bronca por cosas sucedidas en el pasado y por lo que ahora era yo, yo si quise que entre nosotros todo volviera a estar bien, pero la envidia hacia perdurar al rencor y esas cosas en el pasado no se si deba mencionarlas… En fin, mis primos, mis hermanos y yo nos reuníamos casi todos los fines de semana (queridos y no queridos) para beber vino, jerez o whiskey, hablar de las muchachas que nos eran mas atractivas en el pueblo, jugar al póker (solo apostando fichas), de lo que en el pasaba y los equipos de futbol que clasificaban para los cuartos de finales, y así muchas cosas; todo eso después de la sinagoga los domingos claro.

Pero si de algo hay que no he tenido en el pasado y ni ahora: el amor correspondido y verdadero. He pasado la vida con ansias de saber que en realidad se siente una caricia sincera de una mujer hermosa, lo que es amar y ser amado, lo que es la relación de pareja; pero hasta ahorita no se lo que es eso, siempre fracase en eso de flirtear, mi ultimo romance perdido fue con una profesora de francés del instituto que en el momento en que tuve valor para hacerle saber lo atractiva que me parecía y lo que sentía por ella me miro como si estuviera haciendo el ridículo y cuando me di cuenta estaba emparejada ya con el director del departamento de español.

Y ahora no se si algún día sabré lo que es eso, en este frio intenso y devastador mi corazón se esta hundiendo, como si cada día se convierte mas y mas en piedra pero nunca termina de convertirse, cosa que es desesperante, triste y frustrante a la vez, sentir ese dolor que prevalece e intensifica con la soledad y a la vez pareciera como si se fuera para dar paso a el no sentir, pero nunca termina (y ni creo que terminara) de llegar.

Pero ahorita no soy ni la sombra de lo que fui en el pasado, ahorita estoy condenado a vagar por esta casa, hacer (o intentar de hacer) las cosas que normalmente hacen todos los seres humanos en el día (comer, hacer lo que sea y dormir), esperar de nuevo a que alguien sienta curiosidad por esta casa y entre sin previo aviso (que casi siempre son adolescentes) para como de costumbre salir yo a intentar platicar y hacer que mis huéspedes sean mis amigos y para que a su vez estos salgan de la casa corriendo despavoridos como gallinas cuando saben que les retorcerán el pescuezo.

Es inútil seguir intentando ser algo que no soy, es inútil despertar en las mañanas, cazar ratas, ver mi televisión vieja (que no sirve aunque uso mi imaginación), ir al baño y ni siquiera dormir. ¡Estoy muerto! Si ¡solo y muerto!, y vagare por esta ruinosa casa pensando y hablando solo, asustare incondicionalmente a mis visitantes y viviré con este frio en el corazón y sin una fémina a mi lado sufriendo aquí por siempre y sin descansooooo… Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah… :’( (sollozos)

¡Malditos sean esos nazis! Que en su afán de apoderarse del mundo y ese menosprecio a nuestra religión destruyeron a toda mi familia y con ella a miiiiii… ¡Yo no quería morir!

lunes, 15 de diciembre de 2008

La Sangre

(micro-ensayo con intención artística)
Bueno, es muy complejo de describir, pero siempre hay que hacer el intento ¿no?:

La sangre, un mar de vida además del agua, una de las causas por las cuales temen tanto a la muerte, un liquido de olor fuerte y especifico, con un color fuerte de igual manera el cual expresa violencia.

Cuando se habla de sangre casi siempre se sobreentiende que se habla de muerte, violencia y heridos, la sangre desde que existe ha dado a entender esas cosas, hasta algunos grupos lo tienen como un tabú, cosa que no debería de ser.

La sangre, unos de los buenos motivos para escribir acerca de una batalla y hacerla real; una muerte sin sangre se torna menos dolorosa para los seres queridos, una muerte con sangre en cambio causa mas amplificación en la tristeza ajena, mas dolor e incluso terror, una muerte con sangre la hace mas real y humana, mas incluso que una muerte natural, porque si se trata de la vida ¿no es nuestro mar de vida lo primero que debemos perder?

Si, la sangre, el terror de todo suicida frustrado, el chocolate liquido de todo vampiro, lo que esta dentro de cada ser humano y aun así le tienen repugnancia los que no son médicos o carniceros, el liquido que se esparce por todo cuello y garganta de todo depredador ante su victima, lo que aparece después de cada herida humana, la principal huella de la muerte en un cuerpo inerte y frio. Si, nunca dejaremos de asumirlo con la violencia o la muerte, eso que todos tenemos y no sabemos lo valiosa que nos es…

Ese líquido es el alfa y omega en todo ser humano, doy Gracias a Dios por la existencia de ese exquisito líquido, de tan olor específico, tan violento color, tal dolor con el que siempre se le asume, es única, única en este mundo. Ni con todo lo ya dicho antes se puede describir bien lo poderosa, compleja y la belleza que en verdad es. Y por supuesto, sabe mucho mejor si se trata de una hermosa mujer…

domingo, 14 de diciembre de 2008

Hansel y Gretel, una mágica historia diferente


Érase una vez dos hermanos que vivían en una casa que quedaba en un pueblo al lado del bosque, la niña se llamaba Gretel, era rubia, baja y tenia siete años, el niño se llamaba Hansel, era, a diferencia de su hermana, de pelo castaño claro, bajito y tenia seis años. Ambos se llevaban bastante bien, algo muy raro para personas de su edad, no se reprochaban casi por nada, eran como así decirlo unos muchachos adorables y humildes.
Un día, mientras dormían en pleno amanecer, el sol penetra en sus cuartos, y Hansel, como era el que dormía abajo en la litera de ambos hermanos, le llego primero los rayos y se despertó, este a su vez despertó a su hermana y ambos se fueron a desayunar.
— Hey Gretel—dijo Hansel poco después del desayuno, mientras jugaban al trompo en la sala de estar—, que tal si vamos a pasear por el bosque hoy, mamá esta dormida y tu sabes como son sus sueños de largos cuando son Domingos, y papá volverá en cinco horas del trabajo matutino, nos podemos…
— No—dijo esta dudando de lo que decía—tu sabes como se ponen mamá y papá de fieras cuando solo le decimos que queremos ir solos, es mas… si, es verdad que tenemos toda la mañana para nosotros solos, pero…
— ¡Dale! Serán solo tres o cuatro horas, papá no vuelve sino a la una de la tarde, nadie se dará cuenta, no me digas que quieres seguir jugando con nuestro aburrido trompo toda la mañana, ¿o sí?
Gretel dudo, pensó un largo rato en las palabras de su hermano, ellos siempre habían querido ir al bosque, pero sus padres no querían ni permitían que ellos dos se acercaran al bosque, preferían que jugaran en la sala de estar o que invitasen a unos de sus amigos del pueblo o que salieran a unas de las otras casas para jugar con los mismos, ellos siempre iban acompañados de su padre o se su madre cuando querían pasear por el bosque, y solo paseaban por el borde del bosque o un poco mas, no se adentraban a el expenso seto de plantas y árboles que profundizaban el bosque; esa era una oportunidad muy valiosa, tenían toda la mañana para si solos, las llaves de la casa estaban colgadas en el tendedero, su padre no volvería sino en cinco horas…
— Hansel—dijo Gretel aproximándose a Hansel que callaba desilusionado sentado en una silla de la sala de estar—, creo que si, si podemos ir, pero solo por un rato, no vamos a estar por mucho…
— ¡Genial!—le interrumpió Hansel parándose de un salto y yendo directo al tendedero de llaves.
— No vamos a estar por mucho Hansel, recuerda lo prohibido que lo tenemos, ¡Hey! yo soy la que va a abrir la puerta, soy mas cuidadosa de que mamá no se despierte con el ruido.
Hansel le entrego las llaves a Gretel, esta abrió la puerta. Caminaron por la carretera y pasaron por muchas casa conocidas de sus amigos (que aun dormían) por el camino, hasta que se adentraron a las afueras del parque y llegaron al bosque, una especie de pequeña selva, tenia árboles, plantas de todo tipo cuyos niños desconocían, mariposas por la ladera, ardillas que subían por los árboles, inceptos de todo tipo, flores por todo el rellano entre muchas otras cosas hermosas. Los niños estaban emocionados, nunca se habían adentrado tanto en el bosque, tan hermosa vista, hermosos paisajes, pero no veían a ningún otro hombre por ahí, Hansel y Gretel se estaban quedando solos, eso los alarmo por sus instintos de supervivencia.
— Gretel ¡vamonos de aquí!—dijo Hansel, presa del pánico, que habían estado mucho tiempo solos en el bosque.
Pero ella no contesto ni reaccionó, ella estaba pendiente de otra cosa. En medio de aquel bosque se veía una casa, pero no una casa común, aquella tenía las paredes de color carne, un techo hecho de carne recién cocida, una cerca hecha con puros huesos de ganado, la puerta tenia forma de trapecio alargado y tenia un color grisáceo (como si estuviera hecha con escamas de pescado), las ventanas eran curiosamente rojas y con cristales normales, parecía unas ventanas normales en comparación con toda la casa, en la entrada había un pequeño jardín con patas y muslos de pollo cocinados incrustadas en el suelo como si fueran plantas y el suelo era marrón y gromo cito como la tierra normal, pero curiosamente Gretel no creía que fuera tierra normal detrás de la cerca de huesos de ganado.
— Mira—dijo.
— Pero Gretel ¡vamonos de aquí! No ves que…
Hansel igualmente se quedo atónito ante semejante anormalidad, ahora el nuevo objetivo de ambos niños seria ver que era esa casa y luego irse a la de ellos antes de que cualquiera de sus dos padres se dieran cuenta de su ausencia.
Ambos niños se fueron corriendo hacia esa casa de carne, cuando llegaron se quedaron atónitos nuevamente viendo e inspeccionando cada detalle de la casa, Gretel se paso por la entrada, se arrodillo y agarro un muslo de pollo del suelo.
— No sabe a Pollo—dijo esta cuando hubo probado el muslo—sabe a chocolate blanco.
— ¿En serio? —pregunto Hansel arrodillándose para así agarrar uno.
Cuando Hansel lo probo, Gretel tenía razón, sabia curiosamente a chocolate blanco y fácil de masticar. En ese momento, Hansel y Gretel conocieron a la dueña de la casa.
Una mujer gorda y de mediana estatura abrió la puerta de la casa, tenia ojos de color marrón claro, vestía una túnica verde oscuro, las uñas de color negro, usaba un sombrero de color lila puntiagudo, sus zapatos eran de un rosa chillón y sus medias (que parecía lo mas inusual de todo) estaban dispares, una tenía franjas horizontales de colores blanco y negro en serie, y otra enrollada parecía que era de una mezcla de series de franjas azul, rosado, amarillo, morado y anaranjado.
— Hola—saludo la excéntrica señora con su voz chillona de persona de mediana edad, en seguida se apresuro a mostrar una sonrisa, los niños vieron un colmillo de oro.
— Hola—saludaron tímidamente ambos niños al unísono.
— ¡Que agradable sorpresa niños!, justo ahora estaba preparando dos tazas de chocolate caliente, pueden comer todo lo que aquí allá, toda esta comida es falsa, son en verdad los mejores dulces hechos pasar por comida de almuerzo.
— Y…—comenzó a decir Hansel— ¿por qué nos deja comer de su casa?
— Pues por que toda esta casa la hice para que los niños vengan a comer de ella —dijo ella con una expresión que indicaba que era obvio y lógico— no me importa, la verdad que hace una mujer vieja y sola como yo con una casa que es dulce y que las hormigas no pueden comer, si no quieren comer de la casa pues entonces entren y tomen de su taza de chocolate, preparo quizá el mejor chocolate del mundo ¿no quieren probar?
— Sí—dijo Gretel que parecía más animada— pero solo tenemos una hora, falta poco para que mi papá llegue a su casa, nos vamos en media hora para que no nos regañen, no sabe que estamos en el bosque.
— OH eso no será problema, solo denme el número de su casa y llamaré a su casa para decirle a sus padres que no teman, que están seguros y almorzando en mi casa, por supuesto ellos no sabrán que están almorzando exactamente —añadió guiñándoles un ojo.
— Okay —dijo Hansel algo nervioso— nuestro número es seis, dos, cuatro, cuatro, dos. Después de que nos de de comer ¿nos puede enseñar el camino hasta nuestra casa? Es que estamos perdidos.
— Si por supuesto —dijo la mujer— ¡entren ya!
Hansel y Gretel entraron, justo cuando ambos entraron, la extraña mujer les hecho una mirada con un dejo de crueldad y ambiciosa satisfacción a sus espaldas.
Los niños se sentaron en la silla de una mesa que parecía un gigantesco trozo de chuleta ahumada con patas de mesa, tomaron sus tazas de chocolate y bebieron, la señora tenía razón, el chocolate sabía muy bien, le daba a los niños una sensación de no querer hacer en todo el día otra cosa que beber del chocolate dulce y tibio.
La casa no era tan rara como lo era por fuera, salvo a la mesa y uno que otro detalle como los cuadros de la era medieval, una que otra esfera de cristal que había por los pasillos en el piso, tener más de tres escobas, etc. Pero por lo demás parecía por dentro como cualquier otra casa que no estuviera hecha de comida.
Hansel y Gretel terminaron de tomar su chocolate, luego pidieron más a la extraña señora, ella les indico que en la nevera había comida y que la tomaran con confianza. Comieron carne con puré de papas y ensalada (que en realidad sabia a tarta de melaza con crema chantilly y caramelos de muchos sabores) como almuerzo, los niños no podían aguantar, querían cada vez mas y mas, aquello era como estar en un cielo, ya que sus padres no los llevaban muy a menudo a comprar dulces para comer en la casa.
— ¿Seguro que quieren más?—pregunto la anciana mujer cuando hubieron terminado su ración de almuerzo— ¿no les gustarían descansar antes o después de comer?
— Si, yo si quiero más —dijo Hansel que se lo notaba ansioso y a su vez muy excitado— esta todo muy sabroso.
— Yo después de esto otro ¿puedo descansar en donde? —pregunto Gretel.
— En el sofá por supuesto —dijo, y cuando se hubo ido se le vio una sonrisa codiciosa en su cara mientras caminaba hacia la cocina, cuando hubo llegado abrió un ejemplar de “cinco formas diferentes de sacrificios de niños gordos y como prepararlos en sopa” por Ediciones Caníbales.
— ¿Habrá llamado ya a mamá? —le pregunto Gretel a Hansel mientras comían otra ración de falsos alimentos que agarraron de la nevera.
— Y yo que sé —dijo.
Comieron hasta quedar muy llenos, lo curioso era que se notaban un poco más gordos que antes de empezar a comer, Gretel se fue a la sala de estar de la casa, mientras Hansel continuaba comiendo comida chatarra.
Había algo raro en todo esto que Gretel sospechaba, mientras descansaba en el sofá ella se preguntaba ¿Por qué habría querido esa extraña mujer que comieran de su casa si obviamente necesitaba el techo para vivir? y ¿Cómo era posible que existiera semejante rareza en un bosque que tanto querían ella y su hermano conocer más? Todo eso le daba vueltas en la cabeza, ella vio un librero que había en la sala, fue hasta el librero y agarro un libro al azar y lo abrió, se llamaba “silabario del hechicero”, Gretel no entendía nada de lo que decía ni que significado importante tenía, entonces lo puso en su lugar y agarro otro, esta vez era “Pociones para sobrellevar mejor los problemas que nos ocasionan los enemigos”, esta vez fue instantáneo, Gretel lo cerro y lo volvió a colocar en su lugar, esta vez agarro otro libro llamado “Lengua adecuada para que nuestros fines se cumplan al instante”, esta vez fue diferente, paso las páginas una tras otra y encontraba todo eso muy interesante. Mientras tanto, Hansel se devoraba un Pavo enorme que sabia torta de naranja con Sirop de Chocolate, esta vez ya estaba bastante gordo, parecía que aquella extraña comida no se podía digerir, pero a su vez no hacia ningún daño al organismo solo hacia que se hinchara el cuerpo.
Gretel termino de leer unas cuantas páginas del libro (y muy satisfecha de haberlo hecho) y fue al comedor pera acompañar a Hansel a comer mas, y se horrorizo al entrar al comedor, Hansel estaba lo suficientemente gordo como para decir que ha comido el doble de su peso normal, ella que apenas estaba rellena en comparación con su hermano menor, fue hasta donde él estaba e intento de apartarlo del Pescado enorme que estaba comiendo.
— ¡Deja de comer!—Le reprendió Gretel agarrándolo por el brazo derecho y el cuello— ¡¿no ves lo gordo que estas?!
— No —dijo Hansel con una voz aguda que no era de él— esto esta muy sabroso…
— ¡Deja de comer! ¡Impedimenta! ¡Petrificus Totalum!
Automáticamente Hansel se quedo tieso en la silla, incapaz de tomar otro bocado del pescado con sus macizas manos. Gretel se quedo mirando boca abierta a su hermano, como si hubiera hecho algo fascinante y nuevo que nunca antes hubiere podido hacer. Un momento después apareció la anciana mujer entrando por la puerta del comedor, llevaba en las manos un cuchillo de plata y su expresión en el rostro era de cruel satisfacción, como si estuviera apunto de tener algo por que celebrar, esa cara era totalmente diferente a la que los niños habían visto al recibirlos en su casa, era cruel, horrible y hasta daba miedo. Gretel retrocedió varios pasos atrás al ver a la mujer entrar y notar su horrible cara.
— ¿Qué pasa niña tonta? —Grito la anciana mujer cambiando de mano su cuchillo— ¿Por qué no has engordado tanto? ¿Fuiste capaz de resistir e ir a descansar en la sala y dejar de comer mis exquisitos manjares?
Automáticamente la mujer alzo la mano con la que llevaba el cuchillo e intento de lanzárselo primero a Gretel, pero esta no estaba ahora tan asustada, grito muy alto “Expelliarmus”, el cuchillo de la mujer se le callo de la mano antes de que pudiera lanzárselo a Gretel.
— Un momento —Grito la mujer con desesperación, parecía que no diera crédito a lo que presenciaba— ¿Cómo es que sabes…?
— ¡No importa! —Grito Gretel— No importa como se o no se, háganos salir a mí y a mi hermano y no va a pasar nada, ¿Qué quiere hacer? ¿Por qué nos quiere matar si somos sus Huéspedes? ¿Esta loca?
— ¡No! Y cuida tu vocabulario niña, solo quería engordarlos con esta comida encantada, por que se ven muy sabrosos.
Y al decir eso Gretel se sorprendió, la mujer se agachó para recoger el cuchillo.
— ¡Que mas da! —Dijo la anciana maniática embozando una maléfica sonrisa— no importa si sabes de algunos encantamientos, no te puedes ni igualar a una bruja de mi clase.
Y dicho esto, la bruja tomo el tieso cuello de Hansel y le puso el cuchillo, Gretel casi estuvo apunto de abalanzarse contra la vieja, pero desistió al ver la amenaza de la mujer.
— ¡No te muevas niña! Un paso mas y será a tu hermano a quien sacrificaré primero, por cierto gracias por el encantamiento de inmovilización total, no se mueven mucho cuando están gordos pero es mas fácil así —decía la vieja mujer con una sonrisa que parecía de una loca psicópata fuera de sí.
— ¡Mi hermano no! —Grito Gretel con ganas— vieja arpía ¡Sectumsempra! —dijo alargando los brazos al aire con las manos totalmente abiertas en dirección hacia la bruja, esta sufrió unos pequeños rasguños en la cara y los brazos como si se tratará de rasguños de gato, la vieja sorprendida se tapo la cara con las manos dejando caer el cuchillo nuevamente en el piso y echando unos mínimos quejidos, a su vez dejo que el petrificado Hansel cayera en la silla que luego se rompió para que Hansel cayera en el piso con los pedazos de silla.
Gretel, sorprendida de lo que había logrado, intento levantar a su hermano pero era inútil, había engordado mucho, pero antes de que pudiera levantarlo pensó en hacerlo con un encantamiento, no pudo pronunciar las palabras por que la bruja se había recompuesto, ya solo le quedaban cicatrices en donde le había cortado el maleficio.
— ¡No puedes hacerme mayor cosa! —dijo la vieja malhumorada— no llevas tiempo siendo aprendiz de bruja como lo tuve yo, y ahora niña se prudente y déjame sacrificar a tu hermano, sino verás un verdadero maleficio sectumsempra en tu cara, ¡hey! ¿Qué haces? ¡No!
Gretel había agarrado el cuchillo del piso y le hecho a Hansel el encantamiento “¡Protego Totalum!”, luego abrió la puerta del comedor y se apresuró a trancar la puerta y gritar fuerte y claro “¡Fermaportus!”, corrió con cuidado de no cortarse con el cuchillo, para así llegar a la ventana más cercana, Gretel iba a tirar el cuchillo lejos del alcance de la Bruja.
Antes de que Gretel tirara el cuchillo por la roja ventana, hubo un grabe sonido, una explosión, las bruja había salido del comedor con el hueco que había ocasionado la explosión y caminaba a zancadas hacia donde estaba Gretel, pero Gretel ya había lanzado el cuchillo por la ventana.
— No importa si me dejas sin cuchillo niña —dijo la bruja que ya echaba chispas y tenia los ojos rojos de ira—, hay muchos y mas grandes en la cocina, deja de oponer resistencia ¡DESMA…!
— ¡PROTEGO! —grito Gretel lo mas fuerte que pudo, la bruja dio un salto en el aire hasta casi tocar el techo, como si evitara que le cayera una bala de cañón.
Gretel corrió hacia una de las esferas de cristal, la agarro y se la lanzo con fuerza a la vieja bruja, pero esta ya estaba preparada.
— ¡PROTEGO! ¡DIFFINDO!
La esfera reboto en la orbita y se dirigió hacia Gretel, a medio camino la esfera exploto en varios fragmentos de cristal, Gretel corrió hacia una puerta y se adentro sin saber a donde iba, varios fragmentos le cortaron el cuello por la parte de atrás, otros solo de rozaron por la ropa y el cabello sin hacerle daño, cuando hubo entrado, Gretel descanso un momento, le palpitaba muy fuerte el corazón, había entrado a la cocina mas repugnante que ella nunca ha podido ver, habían frascos con sustancias de distintos colores, unos con ojos humanos, tentáculos de pulpo y calamar en el lavandero, una tabla en la pared con los ciclos lunares y sus fechas, huesos humanos por doquier y un enorme caldero borboteando en la hornilla donde ahí podían caber tres personas amontonadas. A Gretel le dieron ganas de vomitar, temblaba de miedo y adrenalina y presenciaba un olor a huevos podridos y a baño público que nadie limpia en la repugnante cocina.
Mientras la bruja antes de entrar a su cocina, abrió la puerta a una persona que tocaba la puerta.
— ¿Quién demonios es en estos momentos? —dijo entre dientes la bruja, que se veía muy segura de que iba a capturar a Gretel en un abrir y cerrar de ojos.
— Cenicienta mi amor dejaste un bella zapatilla en el baile, corazón —canturreaba un apuesto hombre, que parecía un príncipe de un gran reino, que se arrodillaba con una zapatilla de cristal en las manos.
— Humm… creo que usted se equivoco de camino y de mujer, ¡no me llamo Cenicienta! — dijo la vieja encolerizada.
Apuesto hombre puso cara de tonto y luego se fue a toda prisa del recibidor.
— ¡Idiota!—dijo Bruja, tranco de un portazo y camino hasta la cocina.
Gretel la recibió con un puntapié en la rodilla lo más fuerte que pudo.
— ¡Aaaaaay! —grito la bruja— estúpida niña ¡Incendio!
La bruja se apresuro a huir de la cocina brincando con un solo pie y trancando la puerta de la cocina cuando Gretel quedo atrapada en un círculo de fuego, a Gretel se le chamuscaban los rubios rizos, pero intento de pensar en algo útil en medio del abominable calor, se acordó del salto que la bruja había dado, pero ella sabía que no era tan alta ni atlética, entonces se acordó del agua.
— ¡Ya tengo almuerzo! ¡ya tengo almuerzo! —oyó que canturreaba la bruja en el pasillo.
— ¡Aquamenti! —exclamo Gretel por lo bajo con los brazos en el aire y manos abiertas, un mínimo chorro de agua salio por cada una de sus manos y atenuó brevemente un pequeño arco del circulo de fuego lo suficiente para que escapara, Gretel salto y logro escapar con la ropa lago en llamas, luego en vos baja volvió a hacer el encantamiento del agua para mojar las partes con fuego de su ropa.
El círculo de fuego continuaba en acción, aunque no parecía quemar en lo absoluto al resto de la cocina, Gretel desvío la mirada y comenzó a pensar, todavía escuchaba a la vieja bruja caníbal celebrar, intento pensar en como escapar, Hansel era Gordo y muy pesado, le había echado un encantamiento de seguridad. Pero ¿Cuánto tiempo seguiría en función dicho embrujo? ¿Se daría cuenta la bruja de ello y lo mataría para comerlo? ¿O con tanto ajetreo la bruja se olvidaría de él y fijaba solo su objetivo en Gretel la que la desafío e intento huir con vida, la que logró aprender encantamientos y logró por unos breves momentos burlarla?
Pero de algo estaba segura, la bruja no había sabido que Gretel había logrado escapar del circulo de fuego, entonces tuvo una idea, solo que le iba a costar mucho.
Gretel, abrió la puerta de la cocina, intentando no hacer casi ruido para que la bruja no se diera cuenta, vio a la bruja reparar el hueco que había hecho para escapar del comedor y vio a una escoba barrer sola todo el polvo y cristales esparcidos por el pasillo de las puertas.
— ¡Muffliato! —exclamo Gretel mirando a la bruja que reparaba el hueco, este encantamiento le impediría escuchar cualquier ruido existente.
— Jajaja… esa niña pensaba que podía burlarme y escapar de mí tan fácilmente, que tonta, pero a pesar de no haber engordado mucho será igual de deliciosa —murmuraba para sí la bruja.
Gretel caminó hacia la bruja sigilosamente, solo por precaución, agarro una esfera de cristal del piso, luego se alejó un poco e intentó fijar su objetivo, le lanzo la esfera lo mas duro que pudo, esta se rompió en mil pedazos en la cabeza de la mujer, que se desmayo, cayo en el piso inconciente con un grito de dolor.
Gretel se emocionó de por fin acabar con esa pesadilla encarnada sobre la tierra, había usado toda su astucia y valor para seguir en pie, se fue a la puerta de la sala de estar, agarro el libro que había leído con interés y rebusco en las páginas algo que buscaba con urgencia.
Luego de averiguar como hacer desvanecer la grasa de las comida falsa en el estomago de las personas, eran palabras tan complicadas que tuvo que repetirlo tres veces para que su hermano Hansel se deshinchara, y dos veces para sí misma.
Hansel ya podía moverse con flexibilidad, fue con Gretel a recoger el cuerpo inconciente de la vieja bruja para deslizarlo a la cocina (el círculo de fuego se había apagado), fueron hasta el caldero gigante y Gretel con un encantamiento de levitación, hecho a la pobre vieja en el caldero humeante, la Bruja flotó en el líquido del caldero sin dar señales de conciencia, y ambos niños rieron por notable travesura.
Gretel antes de irse con Hansel al bosque para encontrar el camino a casa agarro el libro de “Lengua adecuada para que nuestros fines se cumplan al instante”, para así llevárselo y aprender mas encantamientos para su futuro.
Hansel y Gretel no supieron nunca mas de la bruja caníbal, Gretel se convirtió en una buena bruja y le demostró a sus incrédulos padres y amigos que la magia si existía.

Fin