Una Pequeña Introducción

Bueno, ¿qué puedo decir? la verdad es que hace falta además de expresarte para ti mismo de alguna manera publicarlo para que alguien me de su opinión, porque no podré siempre estar todo el tiempo reservándome mis escritos, creo que de alguna manera compartiendo parte de mí aquí me podré satisfacer de alguna manera. Por supuesto, cada vez que comience clases será menos las veces que pueda retocar este blog (o bitácora, como me gustaría que se llamara).
Necesito pensar por donde empezar... me gustan los sustos, los espantos, los gritos desgarradores sin luz y desesperanza, las criaturas oscuras, misteriosas, las intrigas, los engaños... mucho en el contexto de lo que pueda ser o no ser extraño y confiable; pero a su vez hay una parte de mi que le gusta lo hermoso, lo infantil, cosas que dejen una enseñanza positiva a los niños y de vez en cuando asustarlos (xD), las criaturas hermosas también van conmigo, la claridad, la aventura, las aventuras que de verdad se puedan leer y pasar por reales, cosas que mientras se narran el lector mientras lo lea pueda percibir la realidad con la que se pudo hacer el relato. Esta bitácora estará dedicada a una parte (no todo) de mis relatos, y los ensayos y otras manifestaciones artísticas que pueda aportar, lo aportaré dependiendo de mi criterio de si de verdad considero que deba publicarlo o no.
Bueno, espero que las entradas que he publicado hasta ahora les guste... (xD), ¡gracias por su atención! [(Y)(Y)].

viernes, 17 de octubre de 2014

Otra nota para él



Caminaba entre aquella multitud, luego hablé brevemente con un transeúnte cuando de pronto...
¡Lo vi! ¡Si! ¡Era él!
Vi una vez más al ángel que alguna vez dije que era caído del cielo, ese ángel que significaba para mí toda gloria, todo gozo, toda lujuria y pasión. Ese ángel que me hizo vivir buenos cortos momentos, ese ángel quien ahora digo que es de dolor, quien con sus alas quemó lo mejor de mí y quien ahora aborrezco sin razón y solo por existir...

lunes, 20 de enero de 2014

Una nota para él




Buenas noches, o bien puedo decir, buena la noche, esta noche la cual siento un nudo en la garganta, esta noche la cual siento muchas cosas que antes en mi vida no había sentido.
Si se lo preguntan, él es una persona que llegó a mí como ángel caído del cielo, él es una persona cuya sola presencia despierta la pasión que hay en mí, pasión que estuvo dormida desde el día en que nací. Él, pues ¿Qué más puedo decir que no haya dicho ya? Él es un dios.
Antes yo estaba muy tranquilo, veía ir y venir a los hombres como nubes en el cielo, nada especial, en muchas ocasiones mas de uno llenaba un momento pasajero, con mas de uno inicié una amistad que duraba poco; mensajes bonitos, bonitas miradas, bonitos momentos en los que paseábamos pero nada especial, todo era vacío y con algún interés superficial y de no soledad.
Luego llegó él, él quien sin quererlo despertó en mí una loca pasión que nunca imaginé sentir, él quien de verdad me hizo reír, cantar y hasta bailar, al principio no me importaba que no estuviera cerca pues solo con hablar con él me bastaba para sentirme en el cielo, cada vez que lo conocía mas me sorprendía yo de las cosas que él lograba despertar en mí. Un torrente de sentimientos, deseos y gustos que me hacen sentir vivo, sensaciones nuevas y una llama en mi interior que iba creciendo poco a poco.
Él quien no sabía yo que iba a llegar alguna vez en mi vida, él a quien no podía yo dar crédito a su existencia, él a quien conocí por casualidad en la web.
La distancia nos separaba, él se portaba cada vez mejor conmigo también, y yo a la expectativa de verlo materializado en frente de mí. Fui y me aventuré como dice el inicio de la letra de una canción que tanto tarareo, lo vi y fue mejor de lo que creía, su sonrisa me ponía de rodillas, yo estaba loco y lleno de amor, estaba nadando sobre las nubes, volando por todo lo alto, experimentado una sensación que ningún psicotrópico que alguna vez se haya descubierto pudiera proveer.
En aquel entonces a cada minuto que pasaba cada cosa que venía a colación era mejor que la anterior, su aliento me trajo a la vida, era demasiado indescriptible para ser cierto.
Pero entonces la distancia nos siguió separando, por mas que yo quisiera que él estuviera conmigo no iba a poder ser, eso ocurre cuando se vive con tres o dos condados de por medio. Él nunca quiso involucrarse emocionalmente en nada serio, era él en este caso como yo con las demás nubes que en ocasiones atrapaba. Él se alejó de mí, se alejó de mis bonitas palabras, se alejó de mi presencia virtual, se alejó de muchas cosas que significaba yo, ¡Desapego repentino! Desapego el cual no culpo pues es natural que cada quien sienta lo que tenga que sentir.
Pues consiguió a alguien mas, alguien a quien no culpo de existir, lo dije una vez y lo vuelvo a repetir. Y conforme se acentuaba su desapego él logró lo que yo no pude lograr y es terminar con ese sentimiento que de alguna manera nos unía en la distancia.
Entonces el ángel que vi caer del cielo resulto ser un ángel de dolor, un ángel con cuya hermosura, esplendor y con sus alas quemaban lo mejor de mí. Y es así, él es un ángel, un ángel al cual no me arrepiento de amar y seguir amando hasta el final de mis días, un ángel no dejará de serlo aunque se quite las alas y el aura.
En este momento pueda que yo esté en el infierno, que los problemas familiares no me ayuden para amar en paz a ese ángel quien vive lejos, que ahora a diferencia de antes no se deja amar por mí; pero nada de eso me impide seguir arraigado locamente a este sentimiento que es lo único que me queda.
Si él está leyendo esto ahora mismo le digo: Ven a mí, déjate amar, cariño es lo que menos te va a faltar. Pídeme que me quede contigo, que vaya a visitarte cada vez que quieras, que deje lo que estoy haciendo y todo y mucho mas haré.
Buena la noche, si, buena la noche en que me acuerdo de él, en que repito su nombre y en que me quedaré con él.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Autómata Frágil




– ¡Hola señor! ¿Cómo esta usted? –dice un inofensivo niño aldeano del pueblo al entrar sin permiso a la casa de un hombre sentado en su silla y cuya expresión de su rostro es muy curiosa.
– No lo se –respondió fríamente el hombre, curiosamente su tono de voz sonaba ausente, como si le estuviera contestando a un ser de otro universo o un ser tan insignificante como un trozo de madera.
– ¿Cómo que no lo sabe? Usted tiene que saber, todos sabemos si estamos bien o estamos mal, ¿Cómo esta usted?
– No lo se ­–volvió a contestar fríamente.
– ¿Enserio? No estoy jugando, ¿Podría señor decirme como esta usted? Todos siempre nos decimos si bien o mal. Dígame como esta ¡ande! ¡Ande! –al niño le inquietaba mucho en tono del hombre, eso además de que solo tenia una respuesta.
– No lo se –nuevamente contesto, parecía que esa pregunta no entraba en el concepto que el hombre tenia de una pregunta interesante o que valiera la pena contestar y además parecía ser verdad, el hombre no sabia como estaba o si importaba eso.
Hubo un momento de silencio en el que el niño contemplo el rostro frio y ausente del hombre, el hombre estaba sentado con sus brazos apoyados en sus piernas, era un hombre en su etapa de cuarenta y tantos años por lo que aparentaba y su rostro era vacio, sin sentimientos, hasta frio se sentía con tan solo verlo; su mirada estaba en dirección hacia la pared y sus ojos no expresaban vida, ni llanto, ni amargura ni alegría.
Ese hombre era un caso especial en el pueblo, todo el mundo decía que se había vuelto loco y que por eso no se había parado de su silla en días, cada vez que alguien golpeaba la puerta de su casa el no contestaba y eso hacía que la gente se rindiera y se fuera; pero a diferencia de este intrépido niño, él si quiso averiguar y entrar a ver que ocurría.
– Señor, ¿se siente usted bien? –pregunto el niño rindiéndose a insistirle para que contestara la pregunta anterior.
– No lo se.
– ¡¿Qué?! Señor dígame algo que no sea “no lo se” ¿usted esta loco como todos dicen? ¿Puede contestarme? ¡Dígame algo!
– Algo ­–contesto de manera automática.
El niño no podía comprender como por primera vez una persona le trataba tan fríamente, no podía comprender que sucedía en verdad, la manera con tan pocos sentimientos el hombre trataba al niño llenaban al mismo de intriga y ganas de saber el porque y otras cosas.
– ¿Tiene usted familia señor?
– Tuve.
– ¿Cómo así? ¿Le abandonaron?
­– Murieron.
– ¡¿Qué?!
Hubo otro momento de silencio en el que el niño creyó que el hombre mentía y que quería asustarle. Aún no creía (o no quería creer) que una persona tuviera tan poquitos sentimientos y menos aún que no expresara siquiera dolor al decir que todos sus familiares murieron, aquí el niño comenzó a querer probar al hombre y averiguar si todo lo q estaba pasando era real.
– ¿De verdad? ¿Qué le sucedió a su mamá, su papá, sus hermanos…? ¿Tiene esposa? ¿Tiene hijos?
– Murieron… no llegué a tener hijos.
Hubo un tercer momento de silencio en el que el niño seguía mirando al hombre y comenzó a sentir una mezcla de pena, curiosidad e incluso miedo hacia aquel hombre. Pena por solo pensar en no tener familia y posiblemente haber sufrido la perdida de la misma; curiosidad porque aún el niño no digería el hecho de que aquel hombre no expresara siquiera sentimiento alguno ni cuando hablaba ni menos aun al hablar de su difunta familia; miedo por aquella frialdad con la que expresaba cada palabra y lo poco humano que era al expresarse.
– ¿De verdad? ¿Cómo fue que murieron entonces?
– ¿No tienes algo mejor que preguntar?
– Hum… pues… –titubeo el niño antes de preguntar, pues ya se sentía intimidado– pues… ¿Por qué usted no siente nada? Pareciera que yo hablara con un trozo de madera.
– Bueno, si tanto quieres saber de mi solo me limitare a responder a lo que preguntes, igual no creo que me quede mucho. Si no siento nada es por un hechizo.
– ¿Un hechizo? ¿Cómo así? ¿Los hechizos existen? Yo creí que en el Reino de Navarra no había o no creíamos en eso.
– Pues si existen los hechizos, ¿Qué mas quieres saber?
– ¿Qué clase de hechizo es ese? –preguntó el niño con timidez; si para él no había algo mas anormal en ese momento que ver a un hombre que no siente nada, para el niño ya era posible creer en los hechizos sin mas preámbulos.
– Un hechizo que hace que al principio sientas un dolor inhumano en el pecho… horrible… fuerte… –el hombre pronunciaba cada fría palabra tal y como lo recordaba, seguía mirando fijamente la pared, de igual manera parecía que fueran palabras automáticas– como si te estuvieran tocando cada parte sensible de tu pellejo por dentro, si te mueves esa mano que te toca te golpea por dentro y si gritas… sientes un golpe sobrenatural… inimaginable… un golpe que te deja inconsciente y te marea encima de todo lo que sufres, todo eso ocurre repetidas veces ya que es inevitable moverse o gritar; y lo peor es que si gritas nadie te oye o viene en tu ayuda, solo lo perciben tus oídos y ya.
>>Todo eso me ha estado pasando los últimos días, no se si han sido muchos o pocos y parece ser que toda esta agonía trae luego que no sienta nada en lo absoluto, como ahora.
El niño se sorprendió bastante, tenía demasiado miedo por lo que había escuchado, no quería creer en lo que escuchaba y tampoco creer en lo que estaba viendo, el solo hecho de que aquel hombre hubiera sufrido todo aquello sin tener ayuda le provocaba nauseas a el niño. Él se quería ir, no soportaba un segundo más con aquel hombre frío y sin vida. Pero el niño desistió, una parte de él quería saber más y no se quería ir sin saberlo todo ahora que el hombre daba más detalles.
– ¿Y… y…? –vacilo el niño– ¿Su familia? ¿c-como m-murieron?
– Los mataron ellos.
– ¿Quienes?
– Los hechiceros que me hicieron esto, usaron dagas he hicieron rituales con ellos, todo eso en mi cara, y claro esta que estaba amarrado, luego me hicieron esto y aquí me abandonaron esos impíos.
– Pero si existen hechiceros, ¿Cómo es que el tribunal no los han matado?
– Eso hice yo.
– ¿Cómo así? ¿Podría decirme como fue todo completo?
– Antes de estar aquí vivía no muy lejos de donde vives, aquí en Zugarramurdi; yo, hace pocos días, vivía con mi madre, mi esposa y mi hermano, nos gustaba vivir juntos, teníamos una cabra que ordeñábamos cada día, orábamos, éramos muy alegres. Pero hace pocos días, no se cuantos, cuando fui a la cueva de la aldea vi a un grupo de gitanas y gitanos reunidos en un círculo y en medio de ellos estaba un animal, era un ciervo parado entre sus patas de atrás derecho como nosotros y cuyos cuernos anormales, para mi que ese animal era Satanás en la tierra.
>>Luego de aquel susto, me dirigí directo al Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición a decirles, no me creyeron mucho al principio, pero luego de insistir las autoridades dijeron que averiguarían todo lo que pudieran y en caso de encontrar a esas personas y de ser real mi acusación realizarían el auto de fe.
El niño pudo entender en el acto: le hicieron aquellas horribles cosas a aquel hombre porque por culpa de él los mataran a ellos.
– ¿Y… y…?
– ¿Y qué? ­–preguntó el hombre aun con mirada ausente y voz ya casi sin vida.
– ¿Usted dijo que no le quedaba mucho? ¿Cómo es eso?
– Pues desde que dejé de sentir ya no puedo sentir mi corazón moverse, supongo que pronto moriré.
Hubo ahora un muy largo momento de silencio, el niño quería huir, quería correr todo lo que pudiera hasta su casa, quería ver a su madre y olvidarse de todo aquello; pero sus piernas no respondían, aún seguía parado frente a ese hombre, antes alegre.
El niño volvió a sentir curiosidad, dejo su respeto hacia los mayores a un lado, aunque le tomo minutos hacerlo, le lanzo una piedra del piso al hombre; solo se escucho el golpe de la piedra contra el pecho del hombre, este permaneció igual, en verdad no había ocurrido nada.
Ahora al niño se le heló la sangre, todo lo que había escuchado y presenciado ese momento era real, ese momento era inimaginable para el niño, era muy horrible para él continuar ahí. El niño comenzó a temblar.
El niño seguía mirando fijamente al hombre a los ojos, luego pasó algo, algo que como todo lo sucedido el niño jamás espero: el hombre comenzó a mover la cabeza en círculos en sentido hacia la izquierda, solo se movía la cabeza, todo el cuerpo y los ojos estaban intactos. Luego movió el brazo izquierdo hacia la atrás mostrando todo el torso de su brazo (que ya parecía de cera) y dirigió su mano hacia su hombro izquierdo y a continuación la bajo, se repitió el mismo paso subiendo la mano hacia el hombro y bajándola otra vez, eso mientras seguía moviendo la cabeza (y ya parecía moverla mecánicamente); el otro brazo seguía apoyándose en su pierna, pero su mano se dirigió a su hombro doblando el brazo para luego volverlo a bajar a la pierna, esto también ocurrió mientras movía la cabeza y el otro brazo.
Ahora ese era su conjunto de estados limitados: moviendo la cabeza circularmente constantemente, apoyando su mano izquierda en su hombro izquierdo y la derecha en su rodilla, luego su mano izquierda abajo y la derecha en su hombro derecho, y ahora…
– S-señor ¿Q-qué le pasa a usted? –preguntó aquel niño con voz quebrada y aún temblando.
El hombre, que ya tenía las características de un autómata (y ya estaba hecho de cera), se frenó por completo: su cabeza quedo inclinada ligeramente hacia atrás, su brazo izquierdo estaba abajo y su brazo derecho se apoyaba en su pierna como originalmente estaba.
– ¡¿Señor?!
El autómata intentó mover sus labios de cera, pero en su intento frustrante solo logró que se le comenzara a agrietar la cara desde sus labios de cera.
– ¡SEÑOR! ¡SEÑOR! ¿QUE…? –gritaba el niño.
Ahora el efecto de los fuertes gritos de angustia del niño hizo que se le agrietara la cabeza donde estaba la sien. Luego el niño corrió hacia donde estaba el autómata, el efecto de los pasos al correr hizo que se le agrietara no solo los brazos sino todo el cuerpo de lo que antes era un hombre.
– ¡SEÑOR! ¿QUE PASA? ¡SEÑOOR…!
Mientras el cuerpo seguía agrietándose, se le cayó el brazo izquierdo y la ojera derecha, cuando ambas partes cayeron al piso se hicieron polvo. El cuerpo del autómata se iba haciendo pedazos poco a poco, ahora lo que menos se le agrietaba era la cara.
El niño rompió a llorar ante aquel escenario, lamentando que ese buen hombre sufriera esa horrible, torturosa, extraña e inhumana muerte. Nadie estaba ahí para lamentar semejante muerte mas que ese inocente niño; los simples ruidos de los sollozos del niño seguían actuando sobre el despedazamiento del cuerpo.
No quedaba nada, el niño seguía llorando a lágrima viva, solo logro quedar un pedazo del rostro de cera de lo que antes era hombre en la silla. Cuando el niño logró ver el trozo de cara, este grito con ganas, el susto del niño al ver ese trozo de cera le hizo desmayar y caer entre todo ese polvo que quedo en el suelo.
Y ahí yacía el resto de trozos y polvo que quedo del autómata, frágil pero por sobretodo inútil e inservible.

Ahora solo quiero añadir unas cositas:
* Este relato fue inspirado en lo que ocurrió en España en 1611 cuando hubo por primera y creo (tendría que investigar de nuevo) que ultima vez una ejecución de la inquisición española a razón de brujería, pues seguía existiendo gitanos y gitanas de culturas vascas muy distintas al catolicismo, recuerdo haber leído que luego las autoridades reconocieron equivocarse y que no existía semejante mito, pero yo lo escribí suponiendo que fue un delator que vio a semejantes personas hacer tal ritual y les acuso con el tribunal del “Santo Oficio” jajajajaaa… por supuesto las brujas, tal y como indica su mito, son muy crueles vengándose.


* Autómata (wikipedia definición): del latín automăta y este del griego automatos (αὐτόματος), espontáneo o con movimiento propio. Según la RAE, máquina que imita la figura y los movimientos de un ser animado. Un equivalente tecnológico en la actualidad serían los robots autónomos.
Pues bien, los robots no solo son del siglo veinte para acá, ¡es mas! de pocos siglos antes de Cristo para acá, muchos autómatas en la edad media y moderna eran muñecos de cera que imitaban el comportamiento humano y generalmente cumplían una función de nosotros mismos, esta por ejemplo la colección de Pierre Jaquet-Droz donde tuvo muñecos que dibujaban, escribían y otra q tocaba el piano, otra, que no recuerdo el sujeto que la armo, que era una señora que tejía, movía la cabeza a un lado luego cruzaba las piernas y seguía cosiendo luego volvía a estar en su otra posición y así sucesivamente… un conjunto finito de estados también caracteriza a un autómata, no existen autómatas con infinitos estados.


* Agradecimientos: Quiero agradecer la banda de metal gótico de aquí de Valencia “Alchera” y a su tema “Frágil”, la tonada de la canción me motivo de alguna manera, cuando el hombre del relato comienza a moverse en su conjunto de estados finito me imagino siempre el comienzo de la canción, eso además de que hablan de la soledad, pues soledad + inocencia + fragilidad = a Nestor de alguna manera se inspiro xD. Gracias Alchera por tocar esa canción, sigan trabajando duro en su arte para tener otra cosa mas de que enorgullecernos de Venezuela xD.


Y gracias a ti por leer tan largo relato, la verdad que esta vez me extendí mucho xD.

lunes, 23 de febrero de 2009

Misteriosa belleza

No se como describir semejante belleza, semejante veneración y maldición… ¡Ella!
Ella es mi razón, ella hace que por mis venas brote la sangre de un animal salvaje, ella mi diosa, ella mi pasión, mi razón de ser y de vivir. ¡Sencillamente perfecta!


Por las noches cuando la veo le hecho un grito de alegría, rujo y luego hago lo que ella me ordena: Salir a matar. En ese momento corro ferozmente, pateo todo lo que se me atraviesa en mi camino con la fuerza que me caracteriza, empujo, muerdo, dejo que los jugos se derramen por mi cuello y mi boca; y pues claro de vez en cuando escupo lo que me parezca repugnante.

Si, es verdad, pueda que resulte horroroso e inhumano, pero es así, ella no tiene compasión conmigo, y yo disfruto mucho de sus ordenes, claro quien no le haría caso a tan simpática belleza… pues cada asesinato cometido, cada gota de sangre derramada, cada aullido de miedo y correteo inútil de mis victimas y cada cuerpo maltrecho que en ocasiones llego a dejar es dedicado solo a ella, mi motivo de ser y hacer, el alfa y omega.

Las muchas noches y días en que no la logro ver me hace muchísima falta, la añoro a cada momento, que terrible me la paso, que inútil me siento, siento sed de verla, de gruñirle calurosamente, de contemplarle, de dedicarle un asesinato… todo eso me pasa cuando ella no esta, actúa como una droga para mi.

No me imagino como seria una noche para mí si me llegara a enterar que más nunca la volvería a ver. Eso si seria devastador, cortante, horrible, como si una mano con garras se cerrara en mi corazón enterrando las mismas en el y haciendo girar la mano sobre si misma mientras las garras aun siguieran enterradas y acuchillaran al corazón… pero se que nunca va a pasar, eso no es así, ella no se irá, ella no me va a abandonar. Aunque solo la vea cinco o cuatro noches por mes.

Ella no se irá, no señor, ella es, como ya antes dije, el alfa y omega de mi ser, ella a pesar de estar tan lejos y a la vez tan cerca me incentiva a ser lo que soy, y le seguiré gruñendo cada vez que la vea en las noches aunque no me pueda ni oír ni ver.

Ella es la luna llena allá arriba en el cielo, la mejor amiga que nunca podre tener, y yo soy la horrible bestia que le ruge y asesina a esas inocentes personas y animales en su nombre y honor.
Aaaaaaaaaauuuuuuuuuuu...

lunes, 29 de diciembre de 2008

La soledad camina entre los escombros

¿Y por donde debería empezar?
Pues ¡Estoy solo!; solo, mas solo que un hombre en una isla desierta, mas solo incluso que un autista sin su mundo.

Solo, solo en una casa en ruinas y llena de polvo y escombros, donde viví, vivo, viviré y no podre salir nunca. Me levanto por las mañanas a cazar ratas, ir al baño e intentar comer; luego camino y pienso mucho, mucho en mi pasado, mi presente y en el mundo exterior, un mundo alegre, lleno de vida, de niños jugando, palomas alimentándose del pan de los viejos en la plaza, adolescentes haciendo los llamados ‘grafitis’ que para muchos nos parece una enorme saturación de colores y letras inentendibles, muchachas bonitas que se lo piensan dos veces antes de responder a su futuro prometido, policías vigilando las calles muy de vez en cuando, y así muchísimas cosas envidiables… y en que la gente ni se atreve a acercarse a esta casa en ruinas. Intento ver televisión aunque no pueda, leo algunos libros que en el pasado deje abiertos y la brisa me ayuda a pasar las páginas; para luego volver a pensar.

Hablar solo de vez en cuando es reconfortante, pero a la vez lastimero porque la gente escucha mi voz y menos se quieren acercar a esta casa para conocerme de verdad.

En un pasado fui un gran hombre, un hombre de trabajo, un hombre al que lo menos que le hacia falta es compañía y cosas que hacer. Trabaje en un instituto de idiomas como archivista, me ocupaba de archivar todos los documentos de la institución y de los alumnos que ahí estudiaban; si solo me pelaba en un solo tramite o ubicación de algo gran parte de lo administrado salía mal, cosa que nunca sucedió, yo siempre fui un hombre ejemplar, siempre mis superiores me trataron como se era debido, creo que solo fue una vez que tuve una queja pero eso fue al principio de mi trabajo en la institución.

Mi madre y mi familia siempre estuvieron a mi lado, apoyándome… por su puesto no todo era bueno en mi familia, un grupito de primas y tíos me tenían bronca por cosas sucedidas en el pasado y por lo que ahora era yo, yo si quise que entre nosotros todo volviera a estar bien, pero la envidia hacia perdurar al rencor y esas cosas en el pasado no se si deba mencionarlas… En fin, mis primos, mis hermanos y yo nos reuníamos casi todos los fines de semana (queridos y no queridos) para beber vino, jerez o whiskey, hablar de las muchachas que nos eran mas atractivas en el pueblo, jugar al póker (solo apostando fichas), de lo que en el pasaba y los equipos de futbol que clasificaban para los cuartos de finales, y así muchas cosas; todo eso después de la sinagoga los domingos claro.

Pero si de algo hay que no he tenido en el pasado y ni ahora: el amor correspondido y verdadero. He pasado la vida con ansias de saber que en realidad se siente una caricia sincera de una mujer hermosa, lo que es amar y ser amado, lo que es la relación de pareja; pero hasta ahorita no se lo que es eso, siempre fracase en eso de flirtear, mi ultimo romance perdido fue con una profesora de francés del instituto que en el momento en que tuve valor para hacerle saber lo atractiva que me parecía y lo que sentía por ella me miro como si estuviera haciendo el ridículo y cuando me di cuenta estaba emparejada ya con el director del departamento de español.

Y ahora no se si algún día sabré lo que es eso, en este frio intenso y devastador mi corazón se esta hundiendo, como si cada día se convierte mas y mas en piedra pero nunca termina de convertirse, cosa que es desesperante, triste y frustrante a la vez, sentir ese dolor que prevalece e intensifica con la soledad y a la vez pareciera como si se fuera para dar paso a el no sentir, pero nunca termina (y ni creo que terminara) de llegar.

Pero ahorita no soy ni la sombra de lo que fui en el pasado, ahorita estoy condenado a vagar por esta casa, hacer (o intentar de hacer) las cosas que normalmente hacen todos los seres humanos en el día (comer, hacer lo que sea y dormir), esperar de nuevo a que alguien sienta curiosidad por esta casa y entre sin previo aviso (que casi siempre son adolescentes) para como de costumbre salir yo a intentar platicar y hacer que mis huéspedes sean mis amigos y para que a su vez estos salgan de la casa corriendo despavoridos como gallinas cuando saben que les retorcerán el pescuezo.

Es inútil seguir intentando ser algo que no soy, es inútil despertar en las mañanas, cazar ratas, ver mi televisión vieja (que no sirve aunque uso mi imaginación), ir al baño y ni siquiera dormir. ¡Estoy muerto! Si ¡solo y muerto!, y vagare por esta ruinosa casa pensando y hablando solo, asustare incondicionalmente a mis visitantes y viviré con este frio en el corazón y sin una fémina a mi lado sufriendo aquí por siempre y sin descansooooo… Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah… :’( (sollozos)

¡Malditos sean esos nazis! Que en su afán de apoderarse del mundo y ese menosprecio a nuestra religión destruyeron a toda mi familia y con ella a miiiiii… ¡Yo no quería morir!

lunes, 15 de diciembre de 2008

La Sangre

(micro-ensayo con intención artística)
Bueno, es muy complejo de describir, pero siempre hay que hacer el intento ¿no?:

La sangre, un mar de vida además del agua, una de las causas por las cuales temen tanto a la muerte, un liquido de olor fuerte y especifico, con un color fuerte de igual manera el cual expresa violencia.

Cuando se habla de sangre casi siempre se sobreentiende que se habla de muerte, violencia y heridos, la sangre desde que existe ha dado a entender esas cosas, hasta algunos grupos lo tienen como un tabú, cosa que no debería de ser.

La sangre, unos de los buenos motivos para escribir acerca de una batalla y hacerla real; una muerte sin sangre se torna menos dolorosa para los seres queridos, una muerte con sangre en cambio causa mas amplificación en la tristeza ajena, mas dolor e incluso terror, una muerte con sangre la hace mas real y humana, mas incluso que una muerte natural, porque si se trata de la vida ¿no es nuestro mar de vida lo primero que debemos perder?

Si, la sangre, el terror de todo suicida frustrado, el chocolate liquido de todo vampiro, lo que esta dentro de cada ser humano y aun así le tienen repugnancia los que no son médicos o carniceros, el liquido que se esparce por todo cuello y garganta de todo depredador ante su victima, lo que aparece después de cada herida humana, la principal huella de la muerte en un cuerpo inerte y frio. Si, nunca dejaremos de asumirlo con la violencia o la muerte, eso que todos tenemos y no sabemos lo valiosa que nos es…

Ese líquido es el alfa y omega en todo ser humano, doy Gracias a Dios por la existencia de ese exquisito líquido, de tan olor específico, tan violento color, tal dolor con el que siempre se le asume, es única, única en este mundo. Ni con todo lo ya dicho antes se puede describir bien lo poderosa, compleja y la belleza que en verdad es. Y por supuesto, sabe mucho mejor si se trata de una hermosa mujer…

domingo, 14 de diciembre de 2008

Hansel y Gretel, una mágica historia diferente


Érase una vez dos hermanos que vivían en una casa que quedaba en un pueblo al lado del bosque, la niña se llamaba Gretel, era rubia, baja y tenia siete años, el niño se llamaba Hansel, era, a diferencia de su hermana, de pelo castaño claro, bajito y tenia seis años. Ambos se llevaban bastante bien, algo muy raro para personas de su edad, no se reprochaban casi por nada, eran como así decirlo unos muchachos adorables y humildes.
Un día, mientras dormían en pleno amanecer, el sol penetra en sus cuartos, y Hansel, como era el que dormía abajo en la litera de ambos hermanos, le llego primero los rayos y se despertó, este a su vez despertó a su hermana y ambos se fueron a desayunar.
— Hey Gretel—dijo Hansel poco después del desayuno, mientras jugaban al trompo en la sala de estar—, que tal si vamos a pasear por el bosque hoy, mamá esta dormida y tu sabes como son sus sueños de largos cuando son Domingos, y papá volverá en cinco horas del trabajo matutino, nos podemos…
— No—dijo esta dudando de lo que decía—tu sabes como se ponen mamá y papá de fieras cuando solo le decimos que queremos ir solos, es mas… si, es verdad que tenemos toda la mañana para nosotros solos, pero…
— ¡Dale! Serán solo tres o cuatro horas, papá no vuelve sino a la una de la tarde, nadie se dará cuenta, no me digas que quieres seguir jugando con nuestro aburrido trompo toda la mañana, ¿o sí?
Gretel dudo, pensó un largo rato en las palabras de su hermano, ellos siempre habían querido ir al bosque, pero sus padres no querían ni permitían que ellos dos se acercaran al bosque, preferían que jugaran en la sala de estar o que invitasen a unos de sus amigos del pueblo o que salieran a unas de las otras casas para jugar con los mismos, ellos siempre iban acompañados de su padre o se su madre cuando querían pasear por el bosque, y solo paseaban por el borde del bosque o un poco mas, no se adentraban a el expenso seto de plantas y árboles que profundizaban el bosque; esa era una oportunidad muy valiosa, tenían toda la mañana para si solos, las llaves de la casa estaban colgadas en el tendedero, su padre no volvería sino en cinco horas…
— Hansel—dijo Gretel aproximándose a Hansel que callaba desilusionado sentado en una silla de la sala de estar—, creo que si, si podemos ir, pero solo por un rato, no vamos a estar por mucho…
— ¡Genial!—le interrumpió Hansel parándose de un salto y yendo directo al tendedero de llaves.
— No vamos a estar por mucho Hansel, recuerda lo prohibido que lo tenemos, ¡Hey! yo soy la que va a abrir la puerta, soy mas cuidadosa de que mamá no se despierte con el ruido.
Hansel le entrego las llaves a Gretel, esta abrió la puerta. Caminaron por la carretera y pasaron por muchas casa conocidas de sus amigos (que aun dormían) por el camino, hasta que se adentraron a las afueras del parque y llegaron al bosque, una especie de pequeña selva, tenia árboles, plantas de todo tipo cuyos niños desconocían, mariposas por la ladera, ardillas que subían por los árboles, inceptos de todo tipo, flores por todo el rellano entre muchas otras cosas hermosas. Los niños estaban emocionados, nunca se habían adentrado tanto en el bosque, tan hermosa vista, hermosos paisajes, pero no veían a ningún otro hombre por ahí, Hansel y Gretel se estaban quedando solos, eso los alarmo por sus instintos de supervivencia.
— Gretel ¡vamonos de aquí!—dijo Hansel, presa del pánico, que habían estado mucho tiempo solos en el bosque.
Pero ella no contesto ni reaccionó, ella estaba pendiente de otra cosa. En medio de aquel bosque se veía una casa, pero no una casa común, aquella tenía las paredes de color carne, un techo hecho de carne recién cocida, una cerca hecha con puros huesos de ganado, la puerta tenia forma de trapecio alargado y tenia un color grisáceo (como si estuviera hecha con escamas de pescado), las ventanas eran curiosamente rojas y con cristales normales, parecía unas ventanas normales en comparación con toda la casa, en la entrada había un pequeño jardín con patas y muslos de pollo cocinados incrustadas en el suelo como si fueran plantas y el suelo era marrón y gromo cito como la tierra normal, pero curiosamente Gretel no creía que fuera tierra normal detrás de la cerca de huesos de ganado.
— Mira—dijo.
— Pero Gretel ¡vamonos de aquí! No ves que…
Hansel igualmente se quedo atónito ante semejante anormalidad, ahora el nuevo objetivo de ambos niños seria ver que era esa casa y luego irse a la de ellos antes de que cualquiera de sus dos padres se dieran cuenta de su ausencia.
Ambos niños se fueron corriendo hacia esa casa de carne, cuando llegaron se quedaron atónitos nuevamente viendo e inspeccionando cada detalle de la casa, Gretel se paso por la entrada, se arrodillo y agarro un muslo de pollo del suelo.
— No sabe a Pollo—dijo esta cuando hubo probado el muslo—sabe a chocolate blanco.
— ¿En serio? —pregunto Hansel arrodillándose para así agarrar uno.
Cuando Hansel lo probo, Gretel tenía razón, sabia curiosamente a chocolate blanco y fácil de masticar. En ese momento, Hansel y Gretel conocieron a la dueña de la casa.
Una mujer gorda y de mediana estatura abrió la puerta de la casa, tenia ojos de color marrón claro, vestía una túnica verde oscuro, las uñas de color negro, usaba un sombrero de color lila puntiagudo, sus zapatos eran de un rosa chillón y sus medias (que parecía lo mas inusual de todo) estaban dispares, una tenía franjas horizontales de colores blanco y negro en serie, y otra enrollada parecía que era de una mezcla de series de franjas azul, rosado, amarillo, morado y anaranjado.
— Hola—saludo la excéntrica señora con su voz chillona de persona de mediana edad, en seguida se apresuro a mostrar una sonrisa, los niños vieron un colmillo de oro.
— Hola—saludaron tímidamente ambos niños al unísono.
— ¡Que agradable sorpresa niños!, justo ahora estaba preparando dos tazas de chocolate caliente, pueden comer todo lo que aquí allá, toda esta comida es falsa, son en verdad los mejores dulces hechos pasar por comida de almuerzo.
— Y…—comenzó a decir Hansel— ¿por qué nos deja comer de su casa?
— Pues por que toda esta casa la hice para que los niños vengan a comer de ella —dijo ella con una expresión que indicaba que era obvio y lógico— no me importa, la verdad que hace una mujer vieja y sola como yo con una casa que es dulce y que las hormigas no pueden comer, si no quieren comer de la casa pues entonces entren y tomen de su taza de chocolate, preparo quizá el mejor chocolate del mundo ¿no quieren probar?
— Sí—dijo Gretel que parecía más animada— pero solo tenemos una hora, falta poco para que mi papá llegue a su casa, nos vamos en media hora para que no nos regañen, no sabe que estamos en el bosque.
— OH eso no será problema, solo denme el número de su casa y llamaré a su casa para decirle a sus padres que no teman, que están seguros y almorzando en mi casa, por supuesto ellos no sabrán que están almorzando exactamente —añadió guiñándoles un ojo.
— Okay —dijo Hansel algo nervioso— nuestro número es seis, dos, cuatro, cuatro, dos. Después de que nos de de comer ¿nos puede enseñar el camino hasta nuestra casa? Es que estamos perdidos.
— Si por supuesto —dijo la mujer— ¡entren ya!
Hansel y Gretel entraron, justo cuando ambos entraron, la extraña mujer les hecho una mirada con un dejo de crueldad y ambiciosa satisfacción a sus espaldas.
Los niños se sentaron en la silla de una mesa que parecía un gigantesco trozo de chuleta ahumada con patas de mesa, tomaron sus tazas de chocolate y bebieron, la señora tenía razón, el chocolate sabía muy bien, le daba a los niños una sensación de no querer hacer en todo el día otra cosa que beber del chocolate dulce y tibio.
La casa no era tan rara como lo era por fuera, salvo a la mesa y uno que otro detalle como los cuadros de la era medieval, una que otra esfera de cristal que había por los pasillos en el piso, tener más de tres escobas, etc. Pero por lo demás parecía por dentro como cualquier otra casa que no estuviera hecha de comida.
Hansel y Gretel terminaron de tomar su chocolate, luego pidieron más a la extraña señora, ella les indico que en la nevera había comida y que la tomaran con confianza. Comieron carne con puré de papas y ensalada (que en realidad sabia a tarta de melaza con crema chantilly y caramelos de muchos sabores) como almuerzo, los niños no podían aguantar, querían cada vez mas y mas, aquello era como estar en un cielo, ya que sus padres no los llevaban muy a menudo a comprar dulces para comer en la casa.
— ¿Seguro que quieren más?—pregunto la anciana mujer cuando hubieron terminado su ración de almuerzo— ¿no les gustarían descansar antes o después de comer?
— Si, yo si quiero más —dijo Hansel que se lo notaba ansioso y a su vez muy excitado— esta todo muy sabroso.
— Yo después de esto otro ¿puedo descansar en donde? —pregunto Gretel.
— En el sofá por supuesto —dijo, y cuando se hubo ido se le vio una sonrisa codiciosa en su cara mientras caminaba hacia la cocina, cuando hubo llegado abrió un ejemplar de “cinco formas diferentes de sacrificios de niños gordos y como prepararlos en sopa” por Ediciones Caníbales.
— ¿Habrá llamado ya a mamá? —le pregunto Gretel a Hansel mientras comían otra ración de falsos alimentos que agarraron de la nevera.
— Y yo que sé —dijo.
Comieron hasta quedar muy llenos, lo curioso era que se notaban un poco más gordos que antes de empezar a comer, Gretel se fue a la sala de estar de la casa, mientras Hansel continuaba comiendo comida chatarra.
Había algo raro en todo esto que Gretel sospechaba, mientras descansaba en el sofá ella se preguntaba ¿Por qué habría querido esa extraña mujer que comieran de su casa si obviamente necesitaba el techo para vivir? y ¿Cómo era posible que existiera semejante rareza en un bosque que tanto querían ella y su hermano conocer más? Todo eso le daba vueltas en la cabeza, ella vio un librero que había en la sala, fue hasta el librero y agarro un libro al azar y lo abrió, se llamaba “silabario del hechicero”, Gretel no entendía nada de lo que decía ni que significado importante tenía, entonces lo puso en su lugar y agarro otro, esta vez era “Pociones para sobrellevar mejor los problemas que nos ocasionan los enemigos”, esta vez fue instantáneo, Gretel lo cerro y lo volvió a colocar en su lugar, esta vez agarro otro libro llamado “Lengua adecuada para que nuestros fines se cumplan al instante”, esta vez fue diferente, paso las páginas una tras otra y encontraba todo eso muy interesante. Mientras tanto, Hansel se devoraba un Pavo enorme que sabia torta de naranja con Sirop de Chocolate, esta vez ya estaba bastante gordo, parecía que aquella extraña comida no se podía digerir, pero a su vez no hacia ningún daño al organismo solo hacia que se hinchara el cuerpo.
Gretel termino de leer unas cuantas páginas del libro (y muy satisfecha de haberlo hecho) y fue al comedor pera acompañar a Hansel a comer mas, y se horrorizo al entrar al comedor, Hansel estaba lo suficientemente gordo como para decir que ha comido el doble de su peso normal, ella que apenas estaba rellena en comparación con su hermano menor, fue hasta donde él estaba e intento de apartarlo del Pescado enorme que estaba comiendo.
— ¡Deja de comer!—Le reprendió Gretel agarrándolo por el brazo derecho y el cuello— ¡¿no ves lo gordo que estas?!
— No —dijo Hansel con una voz aguda que no era de él— esto esta muy sabroso…
— ¡Deja de comer! ¡Impedimenta! ¡Petrificus Totalum!
Automáticamente Hansel se quedo tieso en la silla, incapaz de tomar otro bocado del pescado con sus macizas manos. Gretel se quedo mirando boca abierta a su hermano, como si hubiera hecho algo fascinante y nuevo que nunca antes hubiere podido hacer. Un momento después apareció la anciana mujer entrando por la puerta del comedor, llevaba en las manos un cuchillo de plata y su expresión en el rostro era de cruel satisfacción, como si estuviera apunto de tener algo por que celebrar, esa cara era totalmente diferente a la que los niños habían visto al recibirlos en su casa, era cruel, horrible y hasta daba miedo. Gretel retrocedió varios pasos atrás al ver a la mujer entrar y notar su horrible cara.
— ¿Qué pasa niña tonta? —Grito la anciana mujer cambiando de mano su cuchillo— ¿Por qué no has engordado tanto? ¿Fuiste capaz de resistir e ir a descansar en la sala y dejar de comer mis exquisitos manjares?
Automáticamente la mujer alzo la mano con la que llevaba el cuchillo e intento de lanzárselo primero a Gretel, pero esta no estaba ahora tan asustada, grito muy alto “Expelliarmus”, el cuchillo de la mujer se le callo de la mano antes de que pudiera lanzárselo a Gretel.
— Un momento —Grito la mujer con desesperación, parecía que no diera crédito a lo que presenciaba— ¿Cómo es que sabes…?
— ¡No importa! —Grito Gretel— No importa como se o no se, háganos salir a mí y a mi hermano y no va a pasar nada, ¿Qué quiere hacer? ¿Por qué nos quiere matar si somos sus Huéspedes? ¿Esta loca?
— ¡No! Y cuida tu vocabulario niña, solo quería engordarlos con esta comida encantada, por que se ven muy sabrosos.
Y al decir eso Gretel se sorprendió, la mujer se agachó para recoger el cuchillo.
— ¡Que mas da! —Dijo la anciana maniática embozando una maléfica sonrisa— no importa si sabes de algunos encantamientos, no te puedes ni igualar a una bruja de mi clase.
Y dicho esto, la bruja tomo el tieso cuello de Hansel y le puso el cuchillo, Gretel casi estuvo apunto de abalanzarse contra la vieja, pero desistió al ver la amenaza de la mujer.
— ¡No te muevas niña! Un paso mas y será a tu hermano a quien sacrificaré primero, por cierto gracias por el encantamiento de inmovilización total, no se mueven mucho cuando están gordos pero es mas fácil así —decía la vieja mujer con una sonrisa que parecía de una loca psicópata fuera de sí.
— ¡Mi hermano no! —Grito Gretel con ganas— vieja arpía ¡Sectumsempra! —dijo alargando los brazos al aire con las manos totalmente abiertas en dirección hacia la bruja, esta sufrió unos pequeños rasguños en la cara y los brazos como si se tratará de rasguños de gato, la vieja sorprendida se tapo la cara con las manos dejando caer el cuchillo nuevamente en el piso y echando unos mínimos quejidos, a su vez dejo que el petrificado Hansel cayera en la silla que luego se rompió para que Hansel cayera en el piso con los pedazos de silla.
Gretel, sorprendida de lo que había logrado, intento levantar a su hermano pero era inútil, había engordado mucho, pero antes de que pudiera levantarlo pensó en hacerlo con un encantamiento, no pudo pronunciar las palabras por que la bruja se había recompuesto, ya solo le quedaban cicatrices en donde le había cortado el maleficio.
— ¡No puedes hacerme mayor cosa! —dijo la vieja malhumorada— no llevas tiempo siendo aprendiz de bruja como lo tuve yo, y ahora niña se prudente y déjame sacrificar a tu hermano, sino verás un verdadero maleficio sectumsempra en tu cara, ¡hey! ¿Qué haces? ¡No!
Gretel había agarrado el cuchillo del piso y le hecho a Hansel el encantamiento “¡Protego Totalum!”, luego abrió la puerta del comedor y se apresuró a trancar la puerta y gritar fuerte y claro “¡Fermaportus!”, corrió con cuidado de no cortarse con el cuchillo, para así llegar a la ventana más cercana, Gretel iba a tirar el cuchillo lejos del alcance de la Bruja.
Antes de que Gretel tirara el cuchillo por la roja ventana, hubo un grabe sonido, una explosión, las bruja había salido del comedor con el hueco que había ocasionado la explosión y caminaba a zancadas hacia donde estaba Gretel, pero Gretel ya había lanzado el cuchillo por la ventana.
— No importa si me dejas sin cuchillo niña —dijo la bruja que ya echaba chispas y tenia los ojos rojos de ira—, hay muchos y mas grandes en la cocina, deja de oponer resistencia ¡DESMA…!
— ¡PROTEGO! —grito Gretel lo mas fuerte que pudo, la bruja dio un salto en el aire hasta casi tocar el techo, como si evitara que le cayera una bala de cañón.
Gretel corrió hacia una de las esferas de cristal, la agarro y se la lanzo con fuerza a la vieja bruja, pero esta ya estaba preparada.
— ¡PROTEGO! ¡DIFFINDO!
La esfera reboto en la orbita y se dirigió hacia Gretel, a medio camino la esfera exploto en varios fragmentos de cristal, Gretel corrió hacia una puerta y se adentro sin saber a donde iba, varios fragmentos le cortaron el cuello por la parte de atrás, otros solo de rozaron por la ropa y el cabello sin hacerle daño, cuando hubo entrado, Gretel descanso un momento, le palpitaba muy fuerte el corazón, había entrado a la cocina mas repugnante que ella nunca ha podido ver, habían frascos con sustancias de distintos colores, unos con ojos humanos, tentáculos de pulpo y calamar en el lavandero, una tabla en la pared con los ciclos lunares y sus fechas, huesos humanos por doquier y un enorme caldero borboteando en la hornilla donde ahí podían caber tres personas amontonadas. A Gretel le dieron ganas de vomitar, temblaba de miedo y adrenalina y presenciaba un olor a huevos podridos y a baño público que nadie limpia en la repugnante cocina.
Mientras la bruja antes de entrar a su cocina, abrió la puerta a una persona que tocaba la puerta.
— ¿Quién demonios es en estos momentos? —dijo entre dientes la bruja, que se veía muy segura de que iba a capturar a Gretel en un abrir y cerrar de ojos.
— Cenicienta mi amor dejaste un bella zapatilla en el baile, corazón —canturreaba un apuesto hombre, que parecía un príncipe de un gran reino, que se arrodillaba con una zapatilla de cristal en las manos.
— Humm… creo que usted se equivoco de camino y de mujer, ¡no me llamo Cenicienta! — dijo la vieja encolerizada.
Apuesto hombre puso cara de tonto y luego se fue a toda prisa del recibidor.
— ¡Idiota!—dijo Bruja, tranco de un portazo y camino hasta la cocina.
Gretel la recibió con un puntapié en la rodilla lo más fuerte que pudo.
— ¡Aaaaaay! —grito la bruja— estúpida niña ¡Incendio!
La bruja se apresuro a huir de la cocina brincando con un solo pie y trancando la puerta de la cocina cuando Gretel quedo atrapada en un círculo de fuego, a Gretel se le chamuscaban los rubios rizos, pero intento de pensar en algo útil en medio del abominable calor, se acordó del salto que la bruja había dado, pero ella sabía que no era tan alta ni atlética, entonces se acordó del agua.
— ¡Ya tengo almuerzo! ¡ya tengo almuerzo! —oyó que canturreaba la bruja en el pasillo.
— ¡Aquamenti! —exclamo Gretel por lo bajo con los brazos en el aire y manos abiertas, un mínimo chorro de agua salio por cada una de sus manos y atenuó brevemente un pequeño arco del circulo de fuego lo suficiente para que escapara, Gretel salto y logro escapar con la ropa lago en llamas, luego en vos baja volvió a hacer el encantamiento del agua para mojar las partes con fuego de su ropa.
El círculo de fuego continuaba en acción, aunque no parecía quemar en lo absoluto al resto de la cocina, Gretel desvío la mirada y comenzó a pensar, todavía escuchaba a la vieja bruja caníbal celebrar, intento pensar en como escapar, Hansel era Gordo y muy pesado, le había echado un encantamiento de seguridad. Pero ¿Cuánto tiempo seguiría en función dicho embrujo? ¿Se daría cuenta la bruja de ello y lo mataría para comerlo? ¿O con tanto ajetreo la bruja se olvidaría de él y fijaba solo su objetivo en Gretel la que la desafío e intento huir con vida, la que logró aprender encantamientos y logró por unos breves momentos burlarla?
Pero de algo estaba segura, la bruja no había sabido que Gretel había logrado escapar del circulo de fuego, entonces tuvo una idea, solo que le iba a costar mucho.
Gretel, abrió la puerta de la cocina, intentando no hacer casi ruido para que la bruja no se diera cuenta, vio a la bruja reparar el hueco que había hecho para escapar del comedor y vio a una escoba barrer sola todo el polvo y cristales esparcidos por el pasillo de las puertas.
— ¡Muffliato! —exclamo Gretel mirando a la bruja que reparaba el hueco, este encantamiento le impediría escuchar cualquier ruido existente.
— Jajaja… esa niña pensaba que podía burlarme y escapar de mí tan fácilmente, que tonta, pero a pesar de no haber engordado mucho será igual de deliciosa —murmuraba para sí la bruja.
Gretel caminó hacia la bruja sigilosamente, solo por precaución, agarro una esfera de cristal del piso, luego se alejó un poco e intentó fijar su objetivo, le lanzo la esfera lo mas duro que pudo, esta se rompió en mil pedazos en la cabeza de la mujer, que se desmayo, cayo en el piso inconciente con un grito de dolor.
Gretel se emocionó de por fin acabar con esa pesadilla encarnada sobre la tierra, había usado toda su astucia y valor para seguir en pie, se fue a la puerta de la sala de estar, agarro el libro que había leído con interés y rebusco en las páginas algo que buscaba con urgencia.
Luego de averiguar como hacer desvanecer la grasa de las comida falsa en el estomago de las personas, eran palabras tan complicadas que tuvo que repetirlo tres veces para que su hermano Hansel se deshinchara, y dos veces para sí misma.
Hansel ya podía moverse con flexibilidad, fue con Gretel a recoger el cuerpo inconciente de la vieja bruja para deslizarlo a la cocina (el círculo de fuego se había apagado), fueron hasta el caldero gigante y Gretel con un encantamiento de levitación, hecho a la pobre vieja en el caldero humeante, la Bruja flotó en el líquido del caldero sin dar señales de conciencia, y ambos niños rieron por notable travesura.
Gretel antes de irse con Hansel al bosque para encontrar el camino a casa agarro el libro de “Lengua adecuada para que nuestros fines se cumplan al instante”, para así llevárselo y aprender mas encantamientos para su futuro.
Hansel y Gretel no supieron nunca mas de la bruja caníbal, Gretel se convirtió en una buena bruja y le demostró a sus incrédulos padres y amigos que la magia si existía.

Fin