Pues ¡Estoy solo!; solo, mas solo que un hombre en una isla desierta, mas solo incluso que un autista sin su mundo.
Solo, solo en una casa en ruinas y llena de polvo y escombros, donde viví, vivo, viviré y no podre salir nunca. Me levanto por las mañanas a cazar ratas, ir al baño e intentar comer; luego camino y pienso mucho, mucho en mi pasado, mi presente y en el mundo exterior, un mundo alegre, lleno de vida, de niños jugando, palomas alimentándose del pan de los viejos en la plaza, adolescentes haciendo los llamados ‘grafitis’ que para muchos nos parece una enorme saturación de colores y letras inentendibles, muchachas bonitas que se lo piensan dos veces antes de responder a su futuro prometido, policías vigilando las calles muy de vez en cuando, y así muchísimas cosas envidiables… y en que la gente ni se atreve a acercarse a esta casa en ruinas. Intento ver televisión aunque no pueda, leo algunos libros que en el pasado deje abiertos y la brisa me ayuda a pasar las páginas; para luego volver a pensar.
Hablar solo de vez en cuando es reconfortante, pero a la vez lastimero porque la gente escucha mi voz y menos se quieren acercar a esta casa para conocerme de verdad.
En un pasado fui un gran hombre, un hombre de trabajo, un hombre al que lo menos que le hacia falta es compañía y cosas que hacer. Trabaje en un instituto de idiomas como archivista, me ocupaba de archivar todos los documentos de la institución y de los alumnos que ahí estudiaban; si solo me pelaba en un solo tramite o ubicación de algo gran parte de lo administrado salía mal, cosa que nunca sucedió, yo siempre fui un hombre ejemplar, siempre mis superiores me trataron como se era debido, creo que solo fue una vez que tuve una queja pero eso fue al principio de mi trabajo en la institución.
Mi madre y mi familia siempre estuvieron a mi lado, apoyándome… por su puesto no todo era bueno en mi familia, un grupito de primas y tíos me tenían bronca por cosas sucedidas en el pasado y por lo que ahora era yo, yo si quise que entre nosotros todo volviera a estar bien, pero la envidia hacia perdurar al rencor y esas cosas en el pasado no se si deba mencionarlas… En fin, mis primos, mis hermanos y yo nos reuníamos casi todos los fines de semana (queridos y no queridos) para beber vino, jerez o whiskey, hablar de las muchachas que nos eran mas atractivas en el pueblo, jugar al póker (solo apostando fichas), de lo que en el pasaba y los equipos de futbol que clasificaban para los cuartos de finales, y así muchas cosas; todo eso después de la sinagoga los domingos claro.
Pero si de algo hay que no he tenido en el pasado y ni ahora: el amor correspondido y verdadero. He pasado la vida con ansias de saber que en realidad se siente una caricia sincera de una mujer hermosa, lo que es amar y ser amado, lo que es la relación de pareja; pero hasta ahorita no se lo que es eso, siempre fracase en eso de flirtear, mi ultimo romance perdido fue con una profesora de francés del instituto que en el momento en que tuve valor para hacerle saber lo atractiva que me parecía y lo que sentía por ella me miro como si estuviera haciendo el ridículo y cuando me di cuenta estaba emparejada ya con el director del departamento de español.
Y ahora no se si algún día sabré lo que es eso, en este frio intenso y devastador mi corazón se esta hundiendo, como si cada día se convierte mas y mas en piedra pero nunca termina de convertirse, cosa que es desesperante, triste y frustrante a la vez, sentir ese dolor que prevalece e intensifica con la soledad y a la vez pareciera como si se fuera para dar paso a el no sentir, pero nunca termina (y ni creo que terminara) de llegar.
Pero ahorita no soy ni la sombra de lo que fui en el pasado, ahorita estoy condenado a vagar por esta casa, hacer (o intentar de hacer) las cosas que normalmente hacen todos los seres humanos en el día (comer, hacer lo que sea y dormir), esperar de nuevo a que alguien sienta curiosidad por esta casa y entre sin previo aviso (que casi siempre son adolescentes) para como de costumbre salir yo a intentar platicar y hacer que mis huéspedes sean mis amigos y para que a su vez estos salgan de la casa corriendo despavoridos como gallinas cuando saben que les retorcerán el pescuezo.
Es inútil seguir intentando ser algo que no soy, es inútil despertar en las mañanas, cazar ratas, ver mi televisión vieja (que no sirve aunque uso mi imaginación), ir al baño y ni siquiera dormir. ¡Estoy muerto! Si ¡solo y muerto!, y vagare por esta ruinosa casa pensando y hablando solo, asustare incondicionalmente a mis visitantes y viviré con este frio en el corazón y sin una fémina a mi lado sufriendo aquí por siempre y sin descansooooo… Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah… :’( (sollozos)
¡Malditos sean esos nazis! Que en su afán de apoderarse del mundo y ese menosprecio a nuestra religión destruyeron a toda mi familia y con ella a miiiiii… ¡Yo no quería morir!
joder colega q bueno esta este relato, de verdad te la curraste con el final, me encanta sigue asi, aunque acuerdate de los tildes q falta, a mi tambien me pasa eso muy a menudo.... saludos ^_^
ResponderEliminar