Una Pequeña Introducción

Bueno, ¿qué puedo decir? la verdad es que hace falta además de expresarte para ti mismo de alguna manera publicarlo para que alguien me de su opinión, porque no podré siempre estar todo el tiempo reservándome mis escritos, creo que de alguna manera compartiendo parte de mí aquí me podré satisfacer de alguna manera. Por supuesto, cada vez que comience clases será menos las veces que pueda retocar este blog (o bitácora, como me gustaría que se llamara).
Necesito pensar por donde empezar... me gustan los sustos, los espantos, los gritos desgarradores sin luz y desesperanza, las criaturas oscuras, misteriosas, las intrigas, los engaños... mucho en el contexto de lo que pueda ser o no ser extraño y confiable; pero a su vez hay una parte de mi que le gusta lo hermoso, lo infantil, cosas que dejen una enseñanza positiva a los niños y de vez en cuando asustarlos (xD), las criaturas hermosas también van conmigo, la claridad, la aventura, las aventuras que de verdad se puedan leer y pasar por reales, cosas que mientras se narran el lector mientras lo lea pueda percibir la realidad con la que se pudo hacer el relato. Esta bitácora estará dedicada a una parte (no todo) de mis relatos, y los ensayos y otras manifestaciones artísticas que pueda aportar, lo aportaré dependiendo de mi criterio de si de verdad considero que deba publicarlo o no.
Bueno, espero que las entradas que he publicado hasta ahora les guste... (xD), ¡gracias por su atención! [(Y)(Y)].

lunes, 7 de septiembre de 2009

Autómata Frágil




– ¡Hola señor! ¿Cómo esta usted? –dice un inofensivo niño aldeano del pueblo al entrar sin permiso a la casa de un hombre sentado en su silla y cuya expresión de su rostro es muy curiosa.
– No lo se –respondió fríamente el hombre, curiosamente su tono de voz sonaba ausente, como si le estuviera contestando a un ser de otro universo o un ser tan insignificante como un trozo de madera.
– ¿Cómo que no lo sabe? Usted tiene que saber, todos sabemos si estamos bien o estamos mal, ¿Cómo esta usted?
– No lo se ­–volvió a contestar fríamente.
– ¿Enserio? No estoy jugando, ¿Podría señor decirme como esta usted? Todos siempre nos decimos si bien o mal. Dígame como esta ¡ande! ¡Ande! –al niño le inquietaba mucho en tono del hombre, eso además de que solo tenia una respuesta.
– No lo se –nuevamente contesto, parecía que esa pregunta no entraba en el concepto que el hombre tenia de una pregunta interesante o que valiera la pena contestar y además parecía ser verdad, el hombre no sabia como estaba o si importaba eso.
Hubo un momento de silencio en el que el niño contemplo el rostro frio y ausente del hombre, el hombre estaba sentado con sus brazos apoyados en sus piernas, era un hombre en su etapa de cuarenta y tantos años por lo que aparentaba y su rostro era vacio, sin sentimientos, hasta frio se sentía con tan solo verlo; su mirada estaba en dirección hacia la pared y sus ojos no expresaban vida, ni llanto, ni amargura ni alegría.
Ese hombre era un caso especial en el pueblo, todo el mundo decía que se había vuelto loco y que por eso no se había parado de su silla en días, cada vez que alguien golpeaba la puerta de su casa el no contestaba y eso hacía que la gente se rindiera y se fuera; pero a diferencia de este intrépido niño, él si quiso averiguar y entrar a ver que ocurría.
– Señor, ¿se siente usted bien? –pregunto el niño rindiéndose a insistirle para que contestara la pregunta anterior.
– No lo se.
– ¡¿Qué?! Señor dígame algo que no sea “no lo se” ¿usted esta loco como todos dicen? ¿Puede contestarme? ¡Dígame algo!
– Algo ­–contesto de manera automática.
El niño no podía comprender como por primera vez una persona le trataba tan fríamente, no podía comprender que sucedía en verdad, la manera con tan pocos sentimientos el hombre trataba al niño llenaban al mismo de intriga y ganas de saber el porque y otras cosas.
– ¿Tiene usted familia señor?
– Tuve.
– ¿Cómo así? ¿Le abandonaron?
­– Murieron.
– ¡¿Qué?!
Hubo otro momento de silencio en el que el niño creyó que el hombre mentía y que quería asustarle. Aún no creía (o no quería creer) que una persona tuviera tan poquitos sentimientos y menos aún que no expresara siquiera dolor al decir que todos sus familiares murieron, aquí el niño comenzó a querer probar al hombre y averiguar si todo lo q estaba pasando era real.
– ¿De verdad? ¿Qué le sucedió a su mamá, su papá, sus hermanos…? ¿Tiene esposa? ¿Tiene hijos?
– Murieron… no llegué a tener hijos.
Hubo un tercer momento de silencio en el que el niño seguía mirando al hombre y comenzó a sentir una mezcla de pena, curiosidad e incluso miedo hacia aquel hombre. Pena por solo pensar en no tener familia y posiblemente haber sufrido la perdida de la misma; curiosidad porque aún el niño no digería el hecho de que aquel hombre no expresara siquiera sentimiento alguno ni cuando hablaba ni menos aun al hablar de su difunta familia; miedo por aquella frialdad con la que expresaba cada palabra y lo poco humano que era al expresarse.
– ¿De verdad? ¿Cómo fue que murieron entonces?
– ¿No tienes algo mejor que preguntar?
– Hum… pues… –titubeo el niño antes de preguntar, pues ya se sentía intimidado– pues… ¿Por qué usted no siente nada? Pareciera que yo hablara con un trozo de madera.
– Bueno, si tanto quieres saber de mi solo me limitare a responder a lo que preguntes, igual no creo que me quede mucho. Si no siento nada es por un hechizo.
– ¿Un hechizo? ¿Cómo así? ¿Los hechizos existen? Yo creí que en el Reino de Navarra no había o no creíamos en eso.
– Pues si existen los hechizos, ¿Qué mas quieres saber?
– ¿Qué clase de hechizo es ese? –preguntó el niño con timidez; si para él no había algo mas anormal en ese momento que ver a un hombre que no siente nada, para el niño ya era posible creer en los hechizos sin mas preámbulos.
– Un hechizo que hace que al principio sientas un dolor inhumano en el pecho… horrible… fuerte… –el hombre pronunciaba cada fría palabra tal y como lo recordaba, seguía mirando fijamente la pared, de igual manera parecía que fueran palabras automáticas– como si te estuvieran tocando cada parte sensible de tu pellejo por dentro, si te mueves esa mano que te toca te golpea por dentro y si gritas… sientes un golpe sobrenatural… inimaginable… un golpe que te deja inconsciente y te marea encima de todo lo que sufres, todo eso ocurre repetidas veces ya que es inevitable moverse o gritar; y lo peor es que si gritas nadie te oye o viene en tu ayuda, solo lo perciben tus oídos y ya.
>>Todo eso me ha estado pasando los últimos días, no se si han sido muchos o pocos y parece ser que toda esta agonía trae luego que no sienta nada en lo absoluto, como ahora.
El niño se sorprendió bastante, tenía demasiado miedo por lo que había escuchado, no quería creer en lo que escuchaba y tampoco creer en lo que estaba viendo, el solo hecho de que aquel hombre hubiera sufrido todo aquello sin tener ayuda le provocaba nauseas a el niño. Él se quería ir, no soportaba un segundo más con aquel hombre frío y sin vida. Pero el niño desistió, una parte de él quería saber más y no se quería ir sin saberlo todo ahora que el hombre daba más detalles.
– ¿Y… y…? –vacilo el niño– ¿Su familia? ¿c-como m-murieron?
– Los mataron ellos.
– ¿Quienes?
– Los hechiceros que me hicieron esto, usaron dagas he hicieron rituales con ellos, todo eso en mi cara, y claro esta que estaba amarrado, luego me hicieron esto y aquí me abandonaron esos impíos.
– Pero si existen hechiceros, ¿Cómo es que el tribunal no los han matado?
– Eso hice yo.
– ¿Cómo así? ¿Podría decirme como fue todo completo?
– Antes de estar aquí vivía no muy lejos de donde vives, aquí en Zugarramurdi; yo, hace pocos días, vivía con mi madre, mi esposa y mi hermano, nos gustaba vivir juntos, teníamos una cabra que ordeñábamos cada día, orábamos, éramos muy alegres. Pero hace pocos días, no se cuantos, cuando fui a la cueva de la aldea vi a un grupo de gitanas y gitanos reunidos en un círculo y en medio de ellos estaba un animal, era un ciervo parado entre sus patas de atrás derecho como nosotros y cuyos cuernos anormales, para mi que ese animal era Satanás en la tierra.
>>Luego de aquel susto, me dirigí directo al Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición a decirles, no me creyeron mucho al principio, pero luego de insistir las autoridades dijeron que averiguarían todo lo que pudieran y en caso de encontrar a esas personas y de ser real mi acusación realizarían el auto de fe.
El niño pudo entender en el acto: le hicieron aquellas horribles cosas a aquel hombre porque por culpa de él los mataran a ellos.
– ¿Y… y…?
– ¿Y qué? ­–preguntó el hombre aun con mirada ausente y voz ya casi sin vida.
– ¿Usted dijo que no le quedaba mucho? ¿Cómo es eso?
– Pues desde que dejé de sentir ya no puedo sentir mi corazón moverse, supongo que pronto moriré.
Hubo ahora un muy largo momento de silencio, el niño quería huir, quería correr todo lo que pudiera hasta su casa, quería ver a su madre y olvidarse de todo aquello; pero sus piernas no respondían, aún seguía parado frente a ese hombre, antes alegre.
El niño volvió a sentir curiosidad, dejo su respeto hacia los mayores a un lado, aunque le tomo minutos hacerlo, le lanzo una piedra del piso al hombre; solo se escucho el golpe de la piedra contra el pecho del hombre, este permaneció igual, en verdad no había ocurrido nada.
Ahora al niño se le heló la sangre, todo lo que había escuchado y presenciado ese momento era real, ese momento era inimaginable para el niño, era muy horrible para él continuar ahí. El niño comenzó a temblar.
El niño seguía mirando fijamente al hombre a los ojos, luego pasó algo, algo que como todo lo sucedido el niño jamás espero: el hombre comenzó a mover la cabeza en círculos en sentido hacia la izquierda, solo se movía la cabeza, todo el cuerpo y los ojos estaban intactos. Luego movió el brazo izquierdo hacia la atrás mostrando todo el torso de su brazo (que ya parecía de cera) y dirigió su mano hacia su hombro izquierdo y a continuación la bajo, se repitió el mismo paso subiendo la mano hacia el hombro y bajándola otra vez, eso mientras seguía moviendo la cabeza (y ya parecía moverla mecánicamente); el otro brazo seguía apoyándose en su pierna, pero su mano se dirigió a su hombro doblando el brazo para luego volverlo a bajar a la pierna, esto también ocurrió mientras movía la cabeza y el otro brazo.
Ahora ese era su conjunto de estados limitados: moviendo la cabeza circularmente constantemente, apoyando su mano izquierda en su hombro izquierdo y la derecha en su rodilla, luego su mano izquierda abajo y la derecha en su hombro derecho, y ahora…
– S-señor ¿Q-qué le pasa a usted? –preguntó aquel niño con voz quebrada y aún temblando.
El hombre, que ya tenía las características de un autómata (y ya estaba hecho de cera), se frenó por completo: su cabeza quedo inclinada ligeramente hacia atrás, su brazo izquierdo estaba abajo y su brazo derecho se apoyaba en su pierna como originalmente estaba.
– ¡¿Señor?!
El autómata intentó mover sus labios de cera, pero en su intento frustrante solo logró que se le comenzara a agrietar la cara desde sus labios de cera.
– ¡SEÑOR! ¡SEÑOR! ¿QUE…? –gritaba el niño.
Ahora el efecto de los fuertes gritos de angustia del niño hizo que se le agrietara la cabeza donde estaba la sien. Luego el niño corrió hacia donde estaba el autómata, el efecto de los pasos al correr hizo que se le agrietara no solo los brazos sino todo el cuerpo de lo que antes era un hombre.
– ¡SEÑOR! ¿QUE PASA? ¡SEÑOOR…!
Mientras el cuerpo seguía agrietándose, se le cayó el brazo izquierdo y la ojera derecha, cuando ambas partes cayeron al piso se hicieron polvo. El cuerpo del autómata se iba haciendo pedazos poco a poco, ahora lo que menos se le agrietaba era la cara.
El niño rompió a llorar ante aquel escenario, lamentando que ese buen hombre sufriera esa horrible, torturosa, extraña e inhumana muerte. Nadie estaba ahí para lamentar semejante muerte mas que ese inocente niño; los simples ruidos de los sollozos del niño seguían actuando sobre el despedazamiento del cuerpo.
No quedaba nada, el niño seguía llorando a lágrima viva, solo logro quedar un pedazo del rostro de cera de lo que antes era hombre en la silla. Cuando el niño logró ver el trozo de cara, este grito con ganas, el susto del niño al ver ese trozo de cera le hizo desmayar y caer entre todo ese polvo que quedo en el suelo.
Y ahí yacía el resto de trozos y polvo que quedo del autómata, frágil pero por sobretodo inútil e inservible.

Ahora solo quiero añadir unas cositas:
* Este relato fue inspirado en lo que ocurrió en España en 1611 cuando hubo por primera y creo (tendría que investigar de nuevo) que ultima vez una ejecución de la inquisición española a razón de brujería, pues seguía existiendo gitanos y gitanas de culturas vascas muy distintas al catolicismo, recuerdo haber leído que luego las autoridades reconocieron equivocarse y que no existía semejante mito, pero yo lo escribí suponiendo que fue un delator que vio a semejantes personas hacer tal ritual y les acuso con el tribunal del “Santo Oficio” jajajajaaa… por supuesto las brujas, tal y como indica su mito, son muy crueles vengándose.


* Autómata (wikipedia definición): del latín automăta y este del griego automatos (αὐτόματος), espontáneo o con movimiento propio. Según la RAE, máquina que imita la figura y los movimientos de un ser animado. Un equivalente tecnológico en la actualidad serían los robots autónomos.
Pues bien, los robots no solo son del siglo veinte para acá, ¡es mas! de pocos siglos antes de Cristo para acá, muchos autómatas en la edad media y moderna eran muñecos de cera que imitaban el comportamiento humano y generalmente cumplían una función de nosotros mismos, esta por ejemplo la colección de Pierre Jaquet-Droz donde tuvo muñecos que dibujaban, escribían y otra q tocaba el piano, otra, que no recuerdo el sujeto que la armo, que era una señora que tejía, movía la cabeza a un lado luego cruzaba las piernas y seguía cosiendo luego volvía a estar en su otra posición y así sucesivamente… un conjunto finito de estados también caracteriza a un autómata, no existen autómatas con infinitos estados.


* Agradecimientos: Quiero agradecer la banda de metal gótico de aquí de Valencia “Alchera” y a su tema “Frágil”, la tonada de la canción me motivo de alguna manera, cuando el hombre del relato comienza a moverse en su conjunto de estados finito me imagino siempre el comienzo de la canción, eso además de que hablan de la soledad, pues soledad + inocencia + fragilidad = a Nestor de alguna manera se inspiro xD. Gracias Alchera por tocar esa canción, sigan trabajando duro en su arte para tener otra cosa mas de que enorgullecernos de Venezuela xD.


Y gracias a ti por leer tan largo relato, la verdad que esta vez me extendí mucho xD.

1 comentario:

  1. Muy buen relato nestor, me gustan este tipo de historias luego te envio una que inicie, pero nunca termine... no es mucho, pero me parece interesante...

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