Buenas noches, o bien puedo decir, buena la noche, esta noche la cual siento un nudo en la garganta, esta noche la cual siento muchas cosas que antes en mi vida no había sentido.
Si se lo preguntan, él es una persona que llegó a mí como ángel caído del cielo, él es una persona cuya sola presencia despierta la pasión que hay en mí, pasión que estuvo dormida desde el día en que nací. Él, pues ¿Qué más puedo decir que no haya dicho ya? Él es un dios.Antes yo estaba muy tranquilo, veía ir y venir a los hombres como nubes en el cielo, nada especial, en muchas ocasiones mas de uno llenaba un momento pasajero, con mas de uno inicié una amistad que duraba poco; mensajes bonitos, bonitas miradas, bonitos momentos en los que paseábamos pero nada especial, todo era vacío y con algún interés superficial y de no soledad.
Luego llegó él, él quien sin quererlo despertó en mí una loca pasión que nunca imaginé sentir, él quien de verdad me hizo reír, cantar y hasta bailar, al principio no me importaba que no estuviera cerca pues solo con hablar con él me bastaba para sentirme en el cielo, cada vez que lo conocía mas me sorprendía yo de las cosas que él lograba despertar en mí. Un torrente de sentimientos, deseos y gustos que me hacen sentir vivo, sensaciones nuevas y una llama en mi interior que iba creciendo poco a poco.
Él quien no sabía yo que iba a llegar alguna vez en mi vida, él a quien no podía yo dar crédito a su existencia, él a quien conocí por casualidad en la web.
La distancia nos separaba, él se portaba cada vez mejor conmigo también, y yo a la expectativa de verlo materializado en frente de mí. Fui y me aventuré como dice el inicio de la letra de una canción que tanto tarareo, lo vi y fue mejor de lo que creía, su sonrisa me ponía de rodillas, yo estaba loco y lleno de amor, estaba nadando sobre las nubes, volando por todo lo alto, experimentado una sensación que ningún psicotrópico que alguna vez se haya descubierto pudiera proveer.
En aquel entonces a cada minuto que pasaba cada cosa que venía a colación era mejor que la anterior, su aliento me trajo a la vida, era demasiado indescriptible para ser cierto.
Pero entonces la distancia nos siguió separando, por mas que yo quisiera que él estuviera conmigo no iba a poder ser, eso ocurre cuando se vive con tres o dos condados de por medio. Él nunca quiso involucrarse emocionalmente en nada serio, era él en este caso como yo con las demás nubes que en ocasiones atrapaba. Él se alejó de mí, se alejó de mis bonitas palabras, se alejó de mi presencia virtual, se alejó de muchas cosas que significaba yo, ¡Desapego repentino! Desapego el cual no culpo pues es natural que cada quien sienta lo que tenga que sentir.
Pues consiguió a alguien mas, alguien a quien no culpo de existir, lo dije una vez y lo vuelvo a repetir. Y conforme se acentuaba su desapego él logró lo que yo no pude lograr y es terminar con ese sentimiento que de alguna manera nos unía en la distancia.
Entonces el ángel que vi caer del cielo resulto ser un ángel de dolor, un ángel con cuya hermosura, esplendor y con sus alas quemaban lo mejor de mí. Y es así, él es un ángel, un ángel al cual no me arrepiento de amar y seguir amando hasta el final de mis días, un ángel no dejará de serlo aunque se quite las alas y el aura.
En este momento pueda que yo esté en el infierno, que los problemas familiares no me ayuden para amar en paz a ese ángel quien vive lejos, que ahora a diferencia de antes no se deja amar por mí; pero nada de eso me impide seguir arraigado locamente a este sentimiento que es lo único que me queda.
Si él está leyendo esto ahora mismo le digo: Ven a mí, déjate amar, cariño es lo que menos te va a faltar. Pídeme que me quede contigo, que vaya a visitarte cada vez que quieras, que deje lo que estoy haciendo y todo y mucho mas haré.
Buena la noche, si, buena la noche en que me acuerdo de él, en que repito su nombre y en que me quedaré con él.
(U_U)
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